Al menos Guangxi ha servido para que el balear no cierre el curso de vacío y haya tenido una despedida triunfal del Deceuninck, antes de su desembarco en el Movistar.
PorJuan Gutiérrez
Jesús Mariano Martín
Jesús Mariano Martín
Al menos Guangxi ha servido para que el balear no cierre el curso de vacío y haya tenido una despedida triunfal del Deceuninck, antes de su desembarco en el Movistar.