La jornada, que iba para aburrida y cortísima de goles, se enmendó y de qué manera con el partido del Camp Nou, un lujo. Fue tremendo.
PorAlfredo Relaño
Alberto Clemente
Página50
La jornada, que iba para aburrida y cortísima de goles, se enmendó y de qué manera con el partido del Camp Nou, un lujo. Fue tremendo.
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