“Veo puntos en común entre Martín y Lorenzo”

El jefe de mecánicos de Jorge Martín en el Prima Pramac se llama Daniele Romagnoli y, aunque no ha celebrado aún el título de MotoGP con ninguno de los pilotos con los que ha trabajado, no es un técnico cualquiera y forma un tándem perfecto con el madrileño en su tercera temporada juntos en la clase reina, este año con una Ducati tan oficial como la de su gran rival, Bagnaia.

“Llevo 32 años haciendo este trabajo y en MotoGP he trabajado con Carlos Checa, Colin Edwards, Jorge Lorenzo, Cal Crutchlow, Danilo Petrucci y Jorge Martín. Con Lorenzo sólo estuve sus dos primeros años (como team manager) y, si conseguimos ahora el título con Martín, será mi primer título”, asegura ilusionado a AS el italiano desde su box, antes de comentar lo mal que lo pasa durante las carreras: “Paso mucha tensión viendo las carreras, porque sabemos que puede pasar de todo en cualquier momento, en forma de caída o problema técnico, o que te saque otro piloto. La tensión siempre es altísima y más en estos momentos en los que vemos a Martín así de fuerte. Está haciendo un año increíble y está yendo rapidísimo en una temporada en la que hay mucha igualdad. Por eso es normal que vivamos las carreras con tanta tensión”.

El ingeniero de Ducati encuentra parecidos entre el Martín de hoy el Lorenzo con el que trabajó en las temporadas 2008 y 2009, cuando era un huracán indomable que apuntaba directo al título de MotoGP, algo que consiguió tres veces, en 2010, 2012 y 2015, siempre con Yamaha, por más que luego probara con Ducati y Honda. Así los compara Romagnoli: “Trabajé sólo dos años con Lorenzo, el primero y el segundo suyo en MotoGP, pero puedo ver puntos en común entre Lorenzo y Martín, sobre todo a nivel físico y mental. Martín es muy fuerte de cabeza y este año ha dado un gran paso a nivel mental, grandísimo. Antes cometía más errores que ahora, porque tiene una visión más completa de la estrategia de carrera, de cómo gestionarla. Y mentalmente le veo muy similar a Lorenzo en cuanto a lo preciso que puede ser con el ritmo de carrera, manteniendo un equilibrio entre una o dos décimas por vuelta. Martín también es un martillo. Tiene el martillo de Martinator”.

Y a la hora de analizar a su piloto, radiografía para AS emocionado sus puntos fuertes: “Tiene mucha sensibilidad a nivel técnico. Cuando llegó Martín a nuestro equipo hace tres años, ya estaba preparado. En Moto2 ya era muy consciente de la electrónica, de la puesta a punto, de la telemetría. Tenía un nivel más bajo que el de ahora, evidentemente, pero tenía una base y cuando hablábamos con él enseguida entendía las cosas, en poco tiempo. Le decíamos como había que hacer una curva u otra y rápidamente lo entendía, volvía a la pista y cambiaba lo que se le decía. Es muy fuerte porque cambia inmediatamente lo que se le pide y es muy sensible con la puesta a punto de la moto. Desde hace siete carreras, el ‘set up’ de base es siempre el mismo y basta una pequeña modificación para recibir ayudas. Y también es muy bueno con la electrónica, porque emplea mucho tiempo en entenderla, para gestionar mejor el freno motor, la entrega de potencia, el ‘anti wheelie’. Todo”.