“¡Sabré yo si me retiro o no!”

Lo tiene claro: “A Honda se le puede dar la vuelta”. Y lo dice con máxima esperanza, aún sin saber realmente cuándo podrá volver a la competición. HRC cuenta con él para los test de Misano (6 y 7 de septiembre), pero sólo los doctores podrán poner realmente una fecha a su regreso. Aunque para Marc Márquez la idea es volver a competir “antes de que se acabe la temporada”. Es su mayor deseo, pero tiene claro que no va a forzar nada: seguirá confiando en la palabra de los profesionales que, al menos, ya le han dado el visto bueno para volver a subirse a una moto. Así de claro lo deja en la última charla con DAZN, incluso antes de su última revisión médica: “Si no se puede porque me dicen los doctores que no se puede, no se competirá antes de que acabe la temporada. Pero si me dicen que se puede, se competirá”.

Por el momento, la recuperación va por el mejor camino posible. Y ya ha dado un paso más hacia su total recuperación. Se le ve otra mentalidad, conectado en todo momento con su equipo y la marca, pendiente de todo lo que ocurra en pista y ya entrenando con bicicleta desde hace más de una semana. Está contento porque, dice, ve “avance” en su brazo, incluso en su vida diaria, ya solo en un mínimo esfuerzo de comer: “Estábamos comiendo y el codo se me levantaba con la rotación”. Pero ya todo va mejor y confiesa que la peor parte ya ha pasado: “Lo más difícil es tomar la decisión porque estás bien y te metes a un quirófano a que te rompan el hueso”. Y, con ello, volver a pasar de nuevo por un arduo proceso de recuperación que sigue sin una fecha final. O, al menos, no de manera confirmada, porque la marca del ala dorada confía en que pueda estar para los test de Misano. Lo cuales, parece que ya están algo más cerca.

Pero Márquez va con pies de plomo y la fábrica lo respeta: “A Honda le interesa que esté (en los test de Misano), pero saben lo que he pasado y, si tengo que esperar una semana más, me lo respetan. Si el médico me dice que tengo que esperar dos semanas más para forzar porque no acaba de estar el hueso, después de lo que estoy pasando, voy a esperar. Si me dice que puedo forzar seré el primero y llevaré la mochila del gimnasio para ir a probar, pero con cabeza”. Mientras tanto, el ilerdense ha estado dos días en Austria para “ver al equipo, hablar con ellos” y, sobre todo “trabajar” viendo los toros desde la barrera. “Es como un puzzle, con todas las piezas encima de la mesa y algunas giradas”, explica, consciente de que Honda atraviesa su peor crisis en el Mundial de MotoGP.

“No está perdida, pero está en un momento en el que sería muy fácil entrar en pánico. Y cuando entras en pánico en una empresa tan grande, con un equipo, se toman decisiones en caliente, rápidas, que luego te puedes arrepentir. Lo bueno es que no hay nadie en el equipo con una venda en los ojos, todo el mundo es realista y ve el problema. Yo les he dicho que no crean que cambiando pilotos se va a solucionar el tema”, asegura y pone el foco en un “cambio de estructura” a la hora de trabajar, dejando a un lado a la gente: “No estoy pidiendo la cabeza de nadie. En la forma de trabajar me da la sensación de que se está perdiendo información, ideas muy buenas… no sé, se ve que a veces se pierden los mails”. Porque, además, admite que es “difícil convencer a pilotos para que vengan a Honda”. Aunque tampoco le preocupa quien pueda ser su compañero de box: “He entrado en el modo de no querer saber quién es. Mi objetivo cuando llegue un compañero de equipo, sea quien sea, es ganarle. Me da igual si es un rookie (en referencia a Pedro Acosta) o un campeón del mundo como Mir. Quiero que en los dos lados del box las motos estén para ganar, como cuando llegué en 2013″.

Lejos de decir ‘adiós’

La mentalidad de Marc Márquez es completamente distinta. De pensar a su retirada a hablar ya de volver a los circuitos. Su vuelta podría forjarse en apenas dos semanas y, él mismo, tampoco descarta competir antes de cerrar el curso. Honda le necesita y es consciente de ello. Por eso, la idea de una pronta retirada ya queda en el pasado y aprovecha para mandar un mensaje a su haters: “Las palabras ‘Retírate, ya’ las he leído, yo digo: ‘Me retiraré si me sale de los…’. ¡Sabré yo si lo dejo o no! De momento soy la Honda con más puntos en el campeonato. Me duele leer esa frase. Bueno, me duele y no me duele. He aprendido que las redes sociales las uso para informar a los míos. Los que sufren conmigo ahora serán los que disfrutarán cuando volvamos”.

Pero todavía queda el paso más importante: conocer las sensaciones con una moto como última fase de su recuperación y, de no salir bien, el de Cervera cumpliría la promesa que le hizo a su abuelo: “Le prometí que es la última oportunidad para el brazo. No quedan más sitios por abrir”. Podría ser la definitiva porque, ahora sí, parece que todo va viento en popa. Y, además, Márquez se ve con la capacidad del volver al nivel previo a la lesión porque, por el momento, sigue queriendo un proyecto con el que volver a reinar en MotoGP. Lo tiene claro: si Honda no se lo da, podría dejarse querer por otras marcas. ¿El plazo que le da a la fábrica? Él mismo lo marca: “A Honda le doy de margen el tiempo que dure mi contrato (hasta 2024). Es la marca de mis sueños, siempre me han respetado y estoy agradecido, pero mientras compita y tenga el nivel, quiero un proyecto ganador”.