“Quiero irme a casa”
Quartararo asegura que necesita “desconectar de las carreras” después de otro fin de semana complicado donde no encontró el ritmo, pese a llevarse la pole.
Phillip Island nunca es un circuito fácil, pero este año parece que se ha complicado más de la cuenta para algunos. Porque lejos de resolver dudas o certificar avances, ha creado más dudas de las que había al aterrizar en Australia. Yamaha ha sido uno de esos perjudicados por esta pista, tan espectacular como técnica. Y de sus dos pilotos oficiales, sin duda, Fabio Quartararo ha sido el que más mermado ha acabado. El francés voló este pasado sábado para sumar su quinta pole de la temporada y sorprender a Marco Bezzecchi en el último momento de la crono. Fue toda una alegría para el piloto galo, a quien esta gira asiática se le está haciendo más larga de la cuenta.
Ha sido uno de esos pilotos que han optado por no volver a casa en este parón de una semana. Y, aunque los viajes son largos y se notan físicamente, estar lejos de casa tanto tiempo también afecta a nivel mental. Eso y el hecho de no entender qué le pasa a la moto para firmar un fin de semana positivo, han hecho estragos en Quartararo, que ha sido claro ante la prensa desplazada a este GP de Australia: “Necesito desconectar de las carreras”. Sin embargo, es algo que tardará en suceder, porque el paddock de MotoGP se dirige ya a Sepang, para disputar el GP de Malasia el próximo fin de semana. Y esa, sí será el fin definitivo a una gira asiática que empezó a principio de mes en Japón. Parece que ha pasado mucho más tiempo desde entonces.
El caso es que el fin de semana se le complicó más de lo esperado a Fabio, quien pese a salir desde la pole (con un récord de 1.26.465), no pudo aprovecharlo. Tanto en la esprint como en la carrera del domingo, el francés firmó un arranque bastante malo para la posición de privilegio que ocupaba, sin poder entrar en la primera curva en cabeza de carrera. Pero es que su ritmo fue a peor con el paso de las curvas, sin motivo aparente o, al menos, sin una explicación clara para el de Yamaha. Este pasado sábado, Quartararo acabó séptimo el esprint y la frustración iba creciendo el domingo a media que perdía una posición por vuelta. Al final, este pasado domingo acabó undécimo, siendo incluso adelantado por su compañero de equipo, Álex Rins, que acabó séptimo, el mejor de la marca y su mejor resultado desde que está en Yamaha.
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Quartararo aseguró que fue “una carrera muy rara” para él. No pudo mantenerse en cabeza de carrera pasada la recta de meta y, aunque “sabía que el ritmo era bueno”, no sabe explicar “qué pasó, porque las sensaciones fueron muy malas” según avanzaba la carrera. “En ningún momento me sentí con ritmo”, confesaba frustrado el francés, quien también aseguró que “no podía parar la moto ni mantener el paso por curva”. “No sé qué pasó. En ningún momento del fin de semana me sentí así de mal. A ver qué dice el equipo”, añade, con el deseo ya de “olvidar lo que pasará en Sepang la próxima semana” y centrarse en sí mismo. Por ello, es tajante con su ansia de volver a casa: “Cuando los resultados no llegan solo quieres irte a casa, entrenar bien y ponerte a punto para lo que pueda venir. Quiero eso, irme a casa”.
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