Pecco tiene a Martinator al borde del KO

Medio Mundial ha perdido Jorge Martín y medio Mundial ha ganado Francesco Bagnaia en la carrera de Qatar, y lo peor es que el español no ha tenido armas para luchar en ningún momento, porque su Ducati ha tenido problemas desde la salida. A tenor por sus gestos al cruzar la meta y al llegar al box, el neumático trasero ha arruinado una prueba que era vital para el devenir del campeonato, a la que llegaba a sólo 7 puntos de distancia del líder y con la moral alta, tras su victoria en el esprint del sábado, y de la que se va a 21 puntos, tras el segundo puesto del líder y el pobre décimo Martinator.

Mientras que el campeón salía disparado desde la cuarta plaza de la parrilla a la primera, para romper la carrera desde el principio, el aspirante casi se caía al apagarse la luz roja del semáforo, porque su Ducati le hacía la serpiente y se revolvía de un lado a otro, tanto que estuvo a punto de desmontarle. No lo hizo, pero perdió un tiempo precioso que en vez de pensar en atacar le hizo pensar en protegerse, porque le pasaban por todas partes. Ya en marcha, caía a la octava plaza, con la esperanza de que pudiera marcarse otra remontada de las suyas, como por ejemplo la que hizo el sábado. Pero qué va, neumáticos defectuosos, demasiado duros, delante y detrás según él mismo confirmó después.

La Ducati con el 89 esta vez era inconducible. Le costaba pararla a la entrada de las curvas, hacerla girar y salir de los virajes con tracción. Un desastre que tenía frustrado al madrileño al manillar de su mecánica, negando con la cabeza más de una vez y con otros gestos que mostraban desesperación. Y es que el más rápido del año, más allá de resultados, rodaba por momentos un segundo más lento que la cabeza y cruzaba la meta a 14.8 de la cabeza, pidiéndole calma los miembros de su equipo al llegar al box. El piloto hizo caso, porque no golpeó nada, pero no pudo reprimir unos aplausos cargados de ironía. Alguien de Michelin, proveedor único de neumáticos de MotoGP, deberá dar alguna explicación, porque este resultado deja a Martín tambaleándose y al borde del KO.

Bagnaia perdió cinco puntos con la pasada de Di Giannantonio a tres vueltas del final, pero pudieron ser muchos más porque rozó la caída una vuelta después. Pecco se pegó tanto a Fabio que le absorbió el rebufo de su compatriota y a punto estuvieron de tocarse, lo que hubiera sido caída segura como mínimo para el campeón. Salvó el impacto como pudo y se salió de la pista, pero tenía tanta ventaja sobre el tercero, Marini, que pudo volver a la pista y acabar cómodamente segundo, 2.7 de la cabeza y con 1.6 sobre el hermano de Rossi.

El que rozó esta vez el cajón fue Maverick, pero al final le separaron 80 milésimas del tercer peldaño, que se deshizo de Binder y Álex Márquez. Tras ellos y hasta completar las diez primeras plazas, Quartararo, Bastianini, Miller y el citado Martín, al que no le quedaron ganas de celebrar el título en la categoría de equipos, porque el Prima Pramac ya es matemáticamente campeón en ese apartado.

El undécimo fue Márquez, que acabó en pie de milagro después de que en la última vuelta le diera por detrás Zarco. Una anécdota en un día en el que Bagnaia se ganó su primera bola de título para el esprint de Valencia, porque metiéndole cuatro puntos más en él a Martin será campeón el sábado sin esperar al domingo. A ver qué pasa, pero en días así cuesta creer más en el título de un Martinator al que Michelin ha arruinado en Qatar más de medio título.