Misión cumplida para Yamaha

Comienzan a atisbarse sonrisas en el box de Yamaha. Se pedía a gritos más implicación desde la fábrica, mejoras que no llegaban y, sobre todo, un poco más de velocidad punta. Aspecto que traía loco al capitán del barco, Fabio Quartararo, y que, parece, por fin ha conseguido. Tras mucha insistencia y toques de atención a la marca de los diapasones, el francés por fin lo podía decir en alto: “Hay algo más de velocidad punta”. Por fin, Yamaha cumple uno de los deseos de su campeón y la misión se ha cumplido de cara a 2023. Eso sí, satisfecho en parte, porque un piloto siempre quiere más.

Al menos, las sensaciones que han dejado las dos jornadas de test en Misano han sido positivas para la marca de Iwata. Todo en vista al año 2023, porque tendrán que seguir haciendo frente a las dificultades en el presente curso. De hecho, el piloto galo ya lo avisaba al poner fin a las pruebas: “El problema será ir ahora a Aragón con la moto 2022 (risas)”. Y, aunque el balance de las jornadas ha sido claramente positivo, con un prototipo que “ha dado los resultados esperados”, todavía queda mucho trabajo por hacer hasta al próxima temporada: “Todavía hay tiempo para seguir mejorándolo. Sólo estamos en septiembre, todavía quedan varios meses antes de empezar la próxima temporada”. Lo dicho, siempre se quiere más. Incluso estando “satisfecho” con el trabajo.

“Estoy muy contento, hemos confirmado que el nuevo motor ha mejorado. Me puse detrás de Franco Morbidelli y la velocidad punta me lo confirmó (llegó a anotar 298km/h a rebufo, 2km/h menos que la Ducati de Jorge Martín con su GP22). También hemos estado trabajando en el lado de la electrónica, porque el carácter de este nuevo motor es un poco distinto”, añadía el francés tras la jornada, lo que invita al optimismo dentro del único box que Yamaha tendrá de cara a 2023. Tras la pérdida de su equipo satélite (el RNF en favor de Aprilia), el trabajo de la marca se centrará en sus dos pilotos oficiales. De hecho, ya es así y el nuevo motor lo confirma. Además, siguen siendo fieles a su estilo. “Es un motor algo diferente, pero sigue teniendo un carácter Yamaha”, admite Quartararo, que ya nota el entusiasmo dentro del garaje: “Es la primera vez que veo un cambio de apariencia tan grande en el equipo, veo que hay ganas de trabajar y mejorar”.

Y, con esto, las duda de Quartararo desaparecen. Cree en el proyecto de la marca: “Con Yamaha nunca he tenido un problema de confianza, sí que tenía alguna duda, por eso tardé un tiempo en renovar el contrato. Cuando lo hice sentí que tenía más ganas de crecer, y con este nuevo motor puedo confirmar la determinación que hay en este equipo”.

Nuevo chasis y aerodinámica

La atención y muchos de los comentarios giraron en torno al nuevo motor de 2023, que todavía tiene aspectos a mejorar, pero por la tarde, la línea de trabajo varió dentro del box. El futuro es importante, pero Yamaha también está centrada en poder renovar la corona de su piloto estrella: “Todavía es un poco perezoso acelerando, eso es en lo que hemos estado trabajando esta mañana, para hacerlo más agresivo. Por la tarde nos hemos centrado más en la aerodinámica”. Aunque no fue todo: la fábrica también presentó un nuevo chasis en Misano, que se unió a esas nuevas piezas aerodinámicas que pudieron probar en diferentes versiones con las motos de Quartararo, pero también de su compañero, Franco Morbidelli.

De hecho, las sensaciones han sido tan óptimas que Yamaha no descarta usar el nuevo chasis en la próxima cita del Mundial, el GP de Aragón. Cita en la que, además, la marca está condenada a sufrir. En 2021 ganó Bagnaia con su Ducati, ni Marc Márquez le pudo batir en su territorio y la racha del italiano invita a pensar que podría ampliarse a cinco victorias consecutivas. Los de Iwata no lo quieren permitir y Massimo Meregalli, team manager del equipo, admitió en Misano que podrían haber encontrado con una fórmula que daría más potencia a la M1 desde este mismo curso. Habrá que verlo en pista, pero Yamaha ya avisa a su rivales. Quieren, de nuevo, la corona.