Más igualado que nunca
El Mundial de MotoGP afronta un año en el que Ducati ya puede verse amenazada por marcas como Aprilia. Yamaha y KTM incluso ya vencen a los italianos en velocidad punta.
Para quien lo vea desde fuera, puede parecer que Ducati no tiene rival. Y, la verdad, es que en cierta parte no le falta razón. La marca de Borgo Panigale vive una era en el Mundial de MotoGP de casi absoluta hegemonía. Podría ser un reflejo de lo que pasa con Red Bull en la Fórmula 1, aunque con un cierto matiz diferencial: en el campeonato de las dos ruedas el triunfo no se adjudica a un único piloto y, aunque la fábrica italiana copa las primeras posiciones prácticamente siempre, al menos permanece una lucha que pone en tensión a todo aquel que sigue a diario la competición. De hecho, no hay que irse muy lejos para encontrar ejemplos. Bagnaia y Jorge Martín, ambos con la misma Desmosedici 2023, mantuvieron la coronación abierta hasta la cita final en Valencia, con el español apretando la lucha hasta los últimos instantes tras ganar la sprint del sábado. Lo dio todo el domingo, pero un error cuando intentaba remontar le llevó al peor de los finales: caída y un cero a su casillero que coronó directamente al italiano.
Y si alguien aún pone en duda que se pueda hablar de una mayor igualdad en MotoGP, solo hay que recordar estos datos: la temporada 2023 acabó sin ganadores consecutivos en todo el año, algo que no pasaba desde 1949, y se llevó la lucha por el título hasta Valencia por segundo año consecutivo, hito que no había sucedido nunca antes en la era MotoGP. Y resulta utópico hablar de la máxima igualdad en el motociclismo en la misma era donde la aerodinámica está cada vez más avanzada, es más decisiva y deja menos lugar a los adelantamientos de antaño. Incluso los propios pilotos los dicen: las motos tiran cada vez más a parecerse a un Fórmula 1 y la idea no es algo que les entusiasme especialmente. Incluso se usan palabras mayores. “Odio ese camino”, confesaba Marc Márquez durante los test de Sepang, pero en vista de que “las reglas lo permiten”, toca tragarse su opinión y seguir adelante: “Hay que adaptarse”.
La realidad, guste o no, es que el avance aerodinámico ha hecho que todo se apriete un poco más. Cualquier elemento o modificación puede suponer un mundo cuando se hablan de décimas de segundo. ¿Cuántas veces se han visto a diez pilotos en el mismo segundo durante la pasada temporada? Y, es más, en una última jornada del test de Qatar donde muchos trabajaron en el ritmo de carrera, los cuatro primeros se metieron dentro del mismo segundo. Y rompiendo récords. Y sí, tres fueron pilotos Ducati, pero un Aleix Espargaró, con una nueva Aprilia, se coló en ese podio y con un ritmo que destronó al campeón del mundo, Pecco Bagnaia. La tanda del español se compuso de siete vueltas a un ritmo vertiginoso: sus dos vueltas más rápidas bajaron al 1′51.9, para acabar el stint con un ritmo medio de 1.52.106 a causa de una caída fortísima para el piloto. Lo más curioso: su peor vuelta consiguió un registro al que ni siquiera pudieron llegar las Honda oficiales (1.52.344).
Sabiendo que de los test nunca se pueden extraer datos concretos para lo que deparará la temporada, al menos parece que Aprilia sí ha confirmado un paso adelante con esa moto revolucionaria que llamó la atención en las pruebas de Sepang. Sin embargo, habrá que ver si es suficiente para hacer frente a ese ejército Ducati que lleva a Bagnaia como máximo representante. Muy contento con su nueva moto, el italiano sigue siendo el más fuerte de la parrilla de MotoGP o, al menos, lo aparenta. A una vuelta parece indestructible: fue el único en romper la barrera para bajar al 1.50.952. En cuanto a ritmo, es una incógnita al no hacer un simulacro de carrera, quién sabe, quizás para ocultar sus armas. De su stint más largo, de ocho vueltas, el mejor giro registró un 1.51.850, con un ritmo medio de 1.52.430 que le deja por detrás de Aleix Espargaró. Y por detrás, más Ducati. Un sorprendente Di Giannantonio, Enea Bastianini, Marco Bezzecchi y Jorge Martín, no contento con su moto y frustrado por una caída durante su simulacro de sprint. ¿Y Marc Márquez? No se sabe, ya que el español no hizo ninguna tanda larga. Ninguna superó las tres vueltas.
Ducati, amenazada
Aprilia no está “muy lejos”, pero, tal y como indicó Aleix al final de los test, “Ducati sigue un paso por encima” y ese salto que les falta para alcanzarlo puede recaer en la diferencia de velocidad punta. Los de Borgo Panigale siguen al frente de esta lucha, aunque cada vez más amenazados. Sin registros de test en Qatar el año pasado es difícil comparar, pero sí los hay de las pruebas que se hicieron en Sepang. Allí, en Malasia, KTM y Yamaha fueron más rápidos que Ducati: su velocidad punta fue de 338.5 km/h, uno por encima de los 337.5 km/h que registraron los italianos. La diferencia con respecto al 2023 indica que, para los japoneses, la velocidad alcanza por Fabio Quartararo, supone una mejores de 3.1 km/h, mientras que para los austriacos, la mejora es de 4.2 km/h gracias al registro de Brad Binder. En cambio, Ducati se estancó en ese aspecto y mantuvieron sus datos de velocidad punta intactos, sin sacar más provecho a la Desmosedici. Para Aprilia, si situación es más complicada: supuso un descenso de 2.1 km/h en un año, siendo los peores en velocidad punta (335.4 km/h), incluso por detrás de la Honda (336,4 km/h).