Márquez se queda solo
Dos ceros de Álex en Brno destacan todavía más al octocampeón, que tras la 17ª posición del piloto de Gresini en el último esprint es el único que ha puntuado todos los sábados.
Álex Márquez tenía dos buenas oportunidades para evitar lo que parecía inevitable. El revés de su lesión en Assen quedó en algo menor dentro de lo que cabe, tras ser capaz de no ausentarse en ningún gran premio posterior. Ese detalle le permitía seguir siendo la alternativa a Marc en el Mundial de MotoGP y el único piloto que, hasta el momento, parecía que podía poner al octocampeón en apuros. Pero salvar su ausencia sobre el asfalto, no ha servido para contener al piloto de Ducati. Que como bien reconoció en DAZN al acabar la carrera en Brno, algo “muy malo” tendrá que hacer para perder este campeonato. Porque a pesar de que todavía queda curso por delante (diez grandes premios), el español sabe que lo tiene en sus manos: “Solo lo podemos perder”.
Ante una superioridad abrumadora, la regularidad de Álex Márquez se había convertido en su mejor arma de defensa frente al octocampeón. Pero en Brno, el piloto de Gresini no pudo hacer uso de esa baza que jugaba cada fin de semana y dejó a Marc solo ante su suerte. El bicampeón de Moto3 y Moto2 se ausentó de los puntos por partida doble en la República Checa; el domingo por una caída en la que arrastró a Joan Mir y que además también le pasará factura en el próximo gran premio, mientras que el sábado no pudo mejorar la 17ª plaza tras una mala salida en la que se hundió al fondo del pelotón. Y de esa manera acabó con la estadística, en la que tanto él como el octocampeón, se mantenían como los únicos pilotos que habían puntuado en todas las esprint de la temporada. Un privilegio que ahora el piloto del Ducati Lenovo defiende en solitario en un formato, donde también se ha convertido en el rey.
Marc se va de vacaciones rompiendo varios récords de la era esprint... en solo una mitad de la temporada. Entre ellos, el español se ha convertido en el piloto con más victorias (11) en la carrera corta durante un mismo curso (el récord estaba en nueve) y todavía tiene diez oportunidades más para marcar una nueva meta que parece irrepetible para los demás. Pero lo más importante de todos estos registros para el piloto de Ducati, es que sus hazañas ya le permiten hacer cuentas.
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Álex entendió que el esprint era “una batalla perdida” y miraba al domingo con optimismo y la ambición de “ser comptitivos” y regresar al podio. Pero la realidad es que esa carrera solo hizo más fuerte a un Marc que tenía margen para más y cerró el gran premio con 120 puntos de ventaja frente al piloto de Gresini (lo que equivale a más de tres carreras, contando también los esprint) y 168 ante un Pecco Bagnaia, que salió de la ecuación hace todavía más tiempo. Pero la realidad es que tras doce grandes premios y después de haber enlazado el quinto pleno de puntos consecutivo (siendo además el primer piloto en la historia de Borgo Panigale en firmar cinco victorias seguidas), el octocampeón se encuentra en posición de depender de sí mismo para sumar su novena corona.
Las cuentas de Marc Márquez
Por prematuro que parezca, a Marc ya le ha llegado el momento de poder sacar la calculadora. Y las matemáticas le aseguran que ya no depende de nadie. Quedando segundo en todas las carreras que quedan, independientemente de los resultados de Álex incluso si todo son victorias, el piloto de Ducati se convertiría en nueve veces campeón. Las necesidades son exigentes pero la realidad demuestra cómo en esta temporada, el español ha acostumbrado a ser el primero en ver la bandera a cuadros. Márquez no se enfrenta a un desafío inusual, sino algo cotidiano que sentención a la perfección en el pasado y que ha demostrado, que puede volver a repetir. Porque el dominio de Borgo Panigale nunca había sido tan evidente, ni siquiera cuando competían con ocho motos en pista. Aquí la diferencia es cosa del piloto.
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