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Las mejoras de Márquez con el equipo oficial de Ducati

La llegada del español al box rojo le pone en contacto directo con la fábrica. Desde 2025 dispondrá de todas las actualizaciones, a diferencia de su paso por Gresini.

Las mejoras de Márquez con el equipo oficial de Ducati
Red Bull Content Pool

“Soy un hombre decidido, con las ideas claras y no voy a cambiar de un equipo satélite a otro”. Las preferencias eran muy claras dentro de la cabeza de Marc Márquez. El español, en ese debate eterno sobre quién sería el elegido de Ducati, sabía que en su batalla personal con Martín no aspiraba únicamente a acompañar a Bagnaia en el garaje de la fábrica italiana. Porque su llegada al equipo oficial supone mucho más que eso. Cualquier estructura satélite que trabaje bajo el paraguas de la casa de Borgo Panigale (y sirve como regla para el resto de fábricas), está a un mundo de distancia de la operación corporativa del garaje rojo. Incluido el Pramac. Ni siquiera la estructura de Campinoti, con dos motos de última generación en el garaje, igualaban las condiciones del Lenovo y ahí estaba la clave para un piloto que, con ocho títulos mundiales, sabe muy bien qué quiere y cómo conseguirlo.

En la primera rueda de prensa oficial con la que arrancó la temporada de MotoGP en Qatar, Marc lo dejó claro. ”Tengo un plan”, aseguró entonces, y ha funcionado. A partir de 2025 Márquez cambiará su trato con Ducati y tendrá trato directo con una fábrica en la que tan importantes serán las opiniones de su campeón Bagnaia, como las del español a la hora de desarrollar la GP25. Es cierto que este Mundial, desde hace unos años, está derribando todas esas barreras que habitaban entre los equipos oficiales e independientes. Los datos técnicos y telemetría se comparten entre pilotos de la misma marca, sin importar los equipos, pero eso simplemente ayuda en la puesta a punto en carrera y ahora el ilerdense tendrá mucho más. Porque al fin y al cabo, por mucho que quieran vestir un equipo satélite de oficial, siempre hay diferencias.

Para empezar, el salto cuantitativo dentro del garaje será importante. Ducati tiene hasta 16 trabajadores como parte del personal técnico en la nómina de su equipo oficial, por los siete de Pramac o los 10 de un equipo como Gresini, que de cara a la llegada del octocampeón se reforzó internamente. Eso quiere decir que serán muchos más los oídos que escuchen todo lo que tenga que decir un Marc, que equiparó fuerzas a nivel de ambición pero reconoció en su llegada al box italiano las diferencias numéricas: “La ambición es la misma (en un satélite) que en un equipo de fábrica. Estamos aquí para luchar por el mejor resultado posible. Pero es verdad que hay menos gente que en el equipo oficial y es todo más familiar”.

En cualquier equipo de fábrica, cada piloto cuenta con alrededor de cinco mecánicos que prácticamente se igualan en las estructuras satélite y otros cinco ingenieros en su equipo particular, que son los que marcan la diferencia. Algunos de ellos están especializados en campos específicos (electrónica, telemetría, neumáticos, suspensiones, frenos...) y además, también hay ingenieros y personal de Ducati que no trabajan específicamente para cada piloto, sino que orientan su trabajo a apoyar al equipo en su conjunto. Cuatro de estas figuras, además de la de Dall’Igna, están a disposición del Pramac y el resto de equipos satélites de Ducati. A los que más allá de la fábrica, Dorna también les suministra cierta estabilidad técnica hasta finales de 2026.

Dorna entra en escena

Al fin y al cabo, el presupuesto anual de una estructura oficial y un satélite también tiene brechas significativas. El de un equipo de fábrica puede rondar los 40 millones de euros, teniendo en cuenta que estos dependen de una marca que debe diseñar, desarrollar y evolucionar sus monturas. Mientras que un satélite está más limitado. Su margen ronda los 15 millones de euros y para igualar el Mundial cubriendo necesidades inalcanzables para estas estructuras a nivel económico, Dorna decidió correr con los gastos de los neumáticos estándar y la centralita. Todo ello, a cambio (entre otras cosas) de aceptar un campeonato con 22 grandes premios donde ahora, casi todas las motos son iguales. Casi.

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