El Mundial de los errores
Pese a sus once victorias en 2024, Pecco Bagnaia sufrió la falta de constancia y sus caídas le costaron su tercer título de MotoGP.

Es algo que se repite hasta la saciedad. Los Mundiales no siempre los gana el más rápido, sino el más constante. Y es fácil decirlo… para quien lo ve desde fuera. Que se lo digan a Pecco Bagnaia, que después de gana sus dos primeras coronas, y de forma consecutiva, tuvo que ver como la tercera se le escapaba. La rozó con los dedos, la luchó hasta el final, pero sus propios errores le costaron muy caro. En el GP Solidario de Barcelona, Jorge Martín solo tenía que gestionar una distancia muy cómoda con el italiano. Su rival se hizo con el doblete, pero la defensa del español, a conjunto con Aleix Espargaró, sirvió para coronarlo por primera vez en MotoGP y cumplir el sueño de su vida. Sin embargo, fue un año extraño para la competición.
No faltó rivalidad. De hecho, poca queja puede haber en cuanto a emoción. Las carreras fueron intensas y las esprints volvieron a ser claves para el devenir de un Mundial que se volvió a decidir en la cita final de la temporada. Lo que todo el mundo busca y lo que el Mundial merece con tanto nivel entre sus pilotos. Pero la realidad es la que es que, en una temporada donde Bagnaia ganó hasta once carreras dominicales (de veinte), resultó raro que no se coronara por tercera vez. Pero las matemáticas mandan. Los ceros se pagan caro y, de eso, tiene mucho más que lamentar el italiano. Y es que los cambios de líder siempre han venido por las caídas del otro. Bien es cierto que el español estuvo al frente en la mayor parte de la temporada, pero con el piloto oficial de Ducati muy pegado siempre en la clasificación general. Hasta Sepang. Allí, la caída en el esprint cuando iba en cabeza, pesó más que nunca.
Y ese no es el único error que le duele a Pecco. Si realmente se tiene que acordar de una, el italiano piensa directamente en la de Barcelona. Rodaba en cabeza, en solitario, y se fue al suelo en la curva cinco del Circuito de Montmeló. Se desahogó un día más tarde ganando la carrera de domingo y reivindicó su lugar sacándole una peineta a la curva que le hizo acabar en el suelo. La vida le llevó a decidir el Mundial en el mismo trazado, fruto de la DANA que arrasó la Comunidad Valenciana y que no permitió hacer el fin de fiesta en Cheste, y entonces el error del mes de mayo pesó mucho más. Esos doce puntos que reparte una victoria en la carrera corta le habrían servido para desbancar al español y ser campeón del mundo por tercer año consecutivo. Dolió y sigue doliendo, así como el choque con Marc Márquez en el GP de Portugal. O el que tuvo con Álex Márquez en Aragón, con un nivel suficiente para ser segundo en una carrera en la que Marc no tenía rival. Pero hubiera sumado otros veinte puntos claves. Y ni que hablar del GP de la Emilia Romaña. Ante su afición y con otro cero en su casillero. Tampoco terminó las esprints de Jerez, Le Mans o Silverstone (aunque ganó siete veces los sábados).
Pero de los errores se aprende y ya no se puede cambiar el pasado. El dolor y el lamento quedarán dentro de él, pero también servirán para ganar fuerzas y pelear con el regreso de una nueva temporada. Ya lo avisó el italiano: Márquez ganó dos, perdió en 2015 y luego ganó otros cuatro. Su objetivo es ser tricampeón del mundo y, ahora, ya sabe que la constancia es su mejor aliado. Como dijo Casey Stoner, la ambición no puede superar al talento. “Soy un piloto que nunca se rinde, pero a veces es mejor pensar más y acabar quinto o cuarto que caerse, y esto es algo que aprenderé”, indicaba el italiano como reflexión a lo que fue su temporada. Y aunque Bagnaia asume su culpa y sus fallos, también lanza una crítica al Mundial, al que pide que se revise el sistema de puntuación de las esprints porque, siendo el piloto con más victorias en todo 2024 (once frente a las tres de Martín), le resulta injusto haber sido subcampeón: “Con la llegada de las esprints, creo que deberíamos considerar la idea de incorporar bonificaciones para quienes ganen ambas carreras del fin de semana, o tal vez por marcar la vuelta rápida… algo que recompense a los más rápidos”. Pero las reglas son las que son... y de todo se aprende.