Bagnaia agota todos los recursos

El tiempo de pruebas fue el mismo para todos sobre el asfalto, pero en el box las labores cambiaron mucho dentro de Ducati. Nada tuvo que ver la dinámica de trabajo que llevó a cabo Marc Márquez en el lunes de test en Misano, con todo el ajetreo que se sucedió en el lado de un Pecco Bagnaia que se permitió quedar por delante de su compañero en la tabla de tiempos; a pesar de que el octocampeón nunca buscó una vuelta rápida. En su caso, los ensayos del español estuvieron enfocados en el futuro. Mientras que el italiano se centró en salvar un presente para el que recurrió al pasado. Porque para recuperar el rendimiento del bicampeón de MotoGP, en Borgo Panigale trataron de acercarse lo máximo posible a una GP24 con la que su piloto se hartó a ganar.

Hace tan solo un año, Bagnaia acabó el curso con once triunfos junto a la Desmosedici (solo los domingos) y ahora es incapaz si quiera de hacer acto de presencia en el podio. Y para entender qué está pasando, entre otras cosas, el italiano probó el paquete aerodinámico clásico de la GP24 en busca de esas sensaciones perdidas con el paso del tiempo... y contó con la ayuda de un Casey Stoner que pasó el día entero en el box de Pecco, junto al resto de los miembros de Ducati. Todo un punto a favor en “uno de los mejores test que hemos hecho en esta temporada”, como admitía el de Turín: “Casey me ha ayudado mucho. Tengo muy buena relación con él y sabe perfectamente mirando desde fuera, cuál es el balance de la moto. Es increíble. La capacidad que tiene para entender todos esos detalles es increíble".

La mirada del australiano fue decisiva para Pecco en una prueba donde “beneficiarse de la opinión de alguien como Stoner fue fundamental”. “Si fuera posible querría siempre a Casey conmigo, pero no lo es”, aseguraba el italiano, sobre un personaje clave en un día de apruebas donde Bagnaia acabó teniendo ”algo de ritmo y vueltas constantes" que hasta ahora eran inimaginables. Después de cambiar algunos repartos de pesos y la configuración de la Desmosedici, parece que en el box del tricampeón dieron con la tecla: “Fui bastante competitivo y de hecho, fui muy rápido especialmente con los neumáticos usados, algo que no he podido hacer últimamente”. Y aunque el piloto de Turín está seguro de que van “por el buen camino, no sé si podremos llevarlo todo (el progreso) a Motegi”.

“El motor parece el mismo”

Las dudas no desaparecen por completo en un momento, donde Pecco está agotando todos los recursos que tiene a su disposición. Pero el de Misano ha sido “sin duda el test más importante que hemos hecho”, insistía el italiano, que también despejaba incógnitas sobre el carácter del motor. “El motor parece el mismo”, le admitía Bagnaia a Márquez tras comprobar que las modificaciones introducidas en pretemporada, enfocadas en la fiabilidad, no alteraron el carácter del propulsor. Dicho elemento apenas ofrece diferencias y tras una jornada de comparativas, el piloto de Turín entendió que aunque ahora “en el box no hay felicidad, estamos trabajando para conseguirla”.

¿Cuándo llegarán las buenas noticias? Esa respuesta es cuestión de tiempo. Pero lo que sí es una certeza en el seno de Ducati, es que “el equipo está trabajando duro para ayudarme a recuperar la competitividad que me falta”. Aunque no es su asunto, Márquez también está convencido de ello: “Creo que más que desviarse del camino están intentado encontrarlo. Se ha visto que en el test ha dado un paso adelante a nivel de tiempos”. Y cuando den con la tecla definitiva, todavía no hablará de victorias, pero Bagnaia podrá decir “que podemos volver a luchar por el podio”.