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MOTOGP | ARGENTINA

“Me compararon con Rossi y Márquez con 15 años, una presión que flipas”

Quartararo cumplió su palabra con sus amigos Cruz y Boisset de ser el primer invitado del podcast B3tter y dejó perlas muy interesantes.

TERMAS DE RÍO HONDO
Fabio Quartararo.
Steve WobserGetty

Los tiempos cambian y el periodismo, también. Eso ha hecho que surjan nuevos formatos, como el interesante podcast bajo el título de B3tter en el que Adriá Cruz y Álex Boisset tiran de contactos para hacer amplias entrevistas a personajes interesantes y de mundos muy diferentes. El primero de ellos fue un amigo suyo, Fabio Quartararo, y se fueron hasta Andorra, donde reside, para departir con él durante tres cuartos de hora de lo más ameno. El campeón de MotoGP de hace dos temporadas, en 2021, empezó diciendo que “quería ser el primer invitado de B3tter”, y a partir de ahí se explayó...

“Mi padre era piloto, no a nivel mundial, pero es él quien me puso encima de una moto cuando tenía tres años, y fui subiendo. Desde el primer momento, desde los 6 o 7 años ya sabía que quería ser piloto de motos y campeón del mundo”, empezó contanto el francés, antes de dejar claro que cualquiera con medios económicos puede intentar la aventura de ser piloto, aunque no fue su caso: “Si tú mañana quieres competir en Moto3, traes pasta y, con un nivel medio, puedes competir. Lo que hizo que encontrara un equipo en el que mis padres no tuvieran que pagar nada es ganar todo en las categorías anteriores”.

El de Yamaha bromeó cuando vio una foto suya de crío. “Pesaba lo mismo con 10 años que ahora”, dijo. Y volvió a contar la razón de su apodo: “El Diablo sale de cuando tenía ocho años. Mi padre me compró un casco que era réplica de un piloto del Mundial, y llevaba un diablo detrás. Éramos 50 niños y a mí me llamaban el diablo. Y de ahí salió. Llevo muchos años con ese apodo. Es bueno, porque tiene varios sentidos. El que más me gusta es cuando me pongo el casco, porque llevo hasta la cara de diablo, pero fuera de las motos soy más o menos un ángel”.

Entre las curiosidades que desveló, esta es cuanto menos sorprendente: “Cuando vas a 350 en la recta piensas menos todavía. El día que gané mi primera carrera en Moto2, cuando llevaba dos o tres segundos de ventaja, iba pensando en qué iba a cenar esa noche. Pero cuando estás luchando con otro, no piensas hasta el final. Cuando vas sólo es más fácil cometer un error, porque te pones a pensar en otras cosas. Es lo más random que me ha pensado yendo en moto”.

Muchos lo recordarán, pero ojo por lo que tuvo que pasar Quartararo en su llegada al Mundial: “Con 15 años me compararon con Rossi y Márquez, los dos reyes, lo que era una motivación, pero también una presión que flipas. Durante dos años y medio lo pasé fatal, con lesiones, pero seguí trabajando. Subí a MotoGP con sólo dos resultados buenos. El 95% de la gente decía qué hace Fabio en MotoGP, que podía llevar esa moto un piloto mejor. Eso me cargó”.

Sobre las críticas y los haters, confiesa que “de mil personas hay uno que te dice una crítica y te quedas con lo que dice esa persona. Entrenaba lo mismo que ahora cuando me iba mal, y antes me criticaban una foto en la playa y ahora me dicen que hago bien porque me estoy tomando un tiempo. La gente critica muy fácil, pero te hace más fuerte. Esto me ha cargado las pilas. Todo el mundo, todo el paddock decía que no me merecía la moto de MotoGP, pero hice mis poles y mis podios y la gente se quedó pensando que no creían que pudiera hacer algo así”.

Fabio contó que dentro de poco va a tener un elemento decorativo muy especial en su casa: “Voy a recibir mi moto campeona y ya tengo un hueco para ella en la casa que me estoy haciendo”.

Respecto a su creciente popularidad en los últimos tiempos, asegura llevarla bien: “Yo de pequeño esperaba horas delante del hospitality de Valentino para conseguir una foto con él. A mí no me molesta que me las pidan. Me sorprende a veces que me reconozcan en sitios diferentes, como una vez al salir de una furgoneta en Vietnam”. Y especifica qué es lo mejor de la fama para él: “Sobre todo, ser privilegiado de conocer a mucha gente que no hubiera conocido de no ser campeón del mundo, como futbolistas, cantantes. Es un privilegio ver que esta gente te valora y te conoce. Es de lo que más me gusta. Por ejemplo, Mbappé o Neymar. Y también relacionarte con gente que te facilita una reserva, aunque eso es algo que no me gusta. O te puede parar la policía por ir un poco rápido y te dicen que nos hacemos una foto y que te vayas. Son pequeñas cosas que sumas y tienes que aprovechar”.

Volvió a demostrar que tiene la cabeza bien amueblada cuando surgió en la conversación el tema económico: “No me quiero arruinar cuando me retire, pero tampoco quiero ser el muerto más rico. Estoy invirtiendo en muchas cosas, pero quiero disfrutar. No quiero ser alguien que no gasta. Vengo de una familia tan normal que me hace saber lo que es el dinero, lo que invierto y lo que gasto, no más de lo que puedo. Mi familia me hace que tenga los pies en el suelo. Gasto más en mobiliario que en otra cosa”.

Dejó muy claro lo importante que es la familia para él: “Le regalé a mi padre el M3 que gané con las poles. Hacer regalos a mis padres y a mi hermano… Tengo una ley, que cumplo sobre todo con mi madre, porque es más fácil, y es que en los cumpleaños los quiero hacer llorar de felicidad y cada año lo consigo. Me puedo permitir cosas que antes no podía”.

Y confesó cuál es la persona más famosa cuyo contacto tiene en su móvil: “El más famoso que tengo en mi móvil es Neymar, pero no la voy a llamar ahora”. Eso le costó beberse un chupito de tabasco picante, pero lo hizo encantado y brindando con sus amigos.