Ha sido un placer
Barreda fue el que me enganchó a la magia del desierto y justo cuando llegué, por el aire sobrevolaba una posible retirada que ahora retumba con fuerza.
Igual con dos antecedentes, el tercero no debería ser tan doloroso. Pero siempre hay excepciones que confirman las reglas y esta es una de ellas. España se queda sin favoritos en la categoría de motos después de las dos primeras bajas (Schareina en la primera etapa y Santolino en la siguiente) y también, sin un piloto que marcó un antes y un después en el Dakar. Fue precisamente Barreda el que me enganchó a la magia del desierto y justo cuando llegué, por el aire sobrevolaba una posible retirada que ahora retumba con más fuerza que nunca.
Por el camino me he encontrado dos participaciones que han sido un regalo y ninguna terminó de la manera en la que, por norma general, nos suelen gustar los finales: felices. Probablemente sí lo haya sido para un piloto donde la mayor recompensa que podía llevarse era haber inspirado a tan solo una persona con su carrera deportiva y la mía, a nivel personal, es que para él también haya sido un placer cada visita a la caravana: “Me ha encantado tu trabajo, gracias por transmitir mi esencia a la gente”. Ha sido un placer.
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