“Ha sido como morir poco a poco”

“Fue una etapa difícil para nosotros”, es lo primero que dijo Loeb al terminar la especial, pero igual esa definición no alcanza todo su significado hasta que no se es consciente de los contratiempos por los que atravesó Seb. El francés, que afrontaba la penúltima etapa a solo 13 minutos del liderato, se quedó parado en el km 132 y no precisamente a causa de un pinchazo más. El Hunter había golpeado “una gran roca” y las consecuencias se traducían en la rotura de la horquilla delantera derecha tras un aterrizaje brusco donde pensaban “que se había acabado por completo” el Dakar.

La convicción era tal que, después de un primer momento en el que trataron de solucionar la avería, pidieron a la organización salir de la carrera. En un primer momento esa avería “fue como morir poco a poco, pero luego tuvimos suerte ya que Yungang Zi, del YunXiang con el Hunter, tenía las piezas de repuesto que necesitábamos”, cuenta un Loeb, que después de más de una hora y cuarto parado encontró por fin la solución a sus problemas: “Cogimos las piezas, las reparamos y volvimos a empezar”. Lo hicieron con Sainz ya completamente destacado en la general, pero después de haber pasado “una hora pensando que se había acabado”, todo lo que les vino después fue una especie de regalo que se puede salvar con el podio.

En su llegada a meta la pareja de BRX apareció como tercera en la general, con un margen de seis minutos con sus más inmediatos perseguidores. La pérdida de tiempo les sentenció de cara al Touareg, pero todavía tienen la oportunidad de hacerlo bien en una última especial, donde no debería volver a vivirse todos los problemas de esta undécima etapa que fue “muy dura para los neumáticos”. El Hunter acusó los pinchazos durante toda la edición y en estas condiciones no iban a encontrar la excepción: “Aunque íbamos despacio teníamos pinchazos (sufrió cinco a lo largo del recorrido). Volvimos a salir y a partir de ahí fueron pinchazos, pinchazos, pinchazos... pero afortunadamente hemos llegado a la meta con un solo coche aunque sea en un estado lamentable”. Porque volvió en condiciones el prototipo, pero no unas ruedas destrozadas que no tenía recambios al igual que Loeb, tampoco tuvo compañero.

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