El roadbook ya no es una tarea pendiente
David Castera explicó a un grupo reducido de periodistas cómo funciona un libro de ruta, que descubrimos durante el recorrido de la prólogo.
La primera vez que vi de cerca el RS Q e-tron E2 por dentro en la sede de Audi situada en Neuburg, quise saber de qué manera eran capaces los copilotos de asimilar todas las notas que se encuentran en el roadbook. Le pedí a Lucas que me lo explicase, pero finalmente acabó siendo David Castera en Arabia Saudí y de manera inesperada, quien se encargó de ello ante un grupo reducido de periodistas. En la última jornada de tranquilidad antes de que comience la acción, hubo tiempo de seguir descubriendo todos los entresijos de un Dakar que comenzará con un prólogo de 12,5 kilómetros que hemos podido completar en coche antes que los propios pilotos, previa explicación de cómo entender qué nos quería decir el libro de ruta digital que recibirán los protagonistas justo antes de la carrera.
A los mandos se situó el director de la carrera, con unas cuantas vueltas a sus espaldas de una pista bastante lineal que definirá las posiciones de la primera etapa. Pero eso no ha impedido que saltasen advertencias en un ‘roadbook’ que resultó no ser tan complejo (cuando te lo tomas con calma). Nos avisó de ondulaciones, indicaciones demasiado continuadas y el rumbo a seguir, al mismo tiempo que ‘celebró' con un pitido que puede llegar ser irritante cada paso validado por los waypoint de un recorrido que, nos ha acercado todavía más a lo que es el Dakar. Una prueba impredecible, que nace de la dificultad para convertirse en admirable.