“El objetivo es ser el primer abuelo en ganar el Dakar”
Carlos Sainz celebra con el Premio AS la conquista de su cuarto Dakar como el piloto más longevo y el primero en vencer con cuatro marcas distintas.
Para Carlos Sainz (1962, Madrid) nunca han existido imposibles, ni tampoco los improbables. Hace tres años, el español apostaba por un proyecto tan arriesgado como emocionante, en el que la recompensa se hizo de rogar. Pero toda la espera mereció la pena. A la tercera fue la vencida y el madrileño logró su cuarto Dakar durante este 2024, en el que ha vuelto a alimentar una leyenda con mucha historia.
Hace más de tres décadas que Sainz comenzó a escribirla, pero las páginas en blanco todavía invitan a soñar. Así lo demostró Carlos con un cuarto Touareg que le convirtió, superándose a sí mismo, en el piloto más longevo en conquistarlo. Pero también, en el primero en vencer con cuatro marcas distintas (tras Volkswagen, Peugeot y Mini) en el desierto. Para ahora enfrentarse a otro gran desafío: defender su corona con un proyecto recién llegado junto a Ford.
El gran mérito de Sainz fue no dejar de confiar en un proyecto de “ciencia ficción” que acabó con un final de película. Al guion no le faltó detalle y la última bala que el español tenía a su disposición junto al Audi nunca fue una sentencia, sino una oportunidad aprovechada que celebra con el Premio AS: “Muchas gracias a AS por este premio. Recibir premios es siempre muy bonito y cuando eres joven pasa todo muy rapido. Por eso les recomiendo a los jóvenes que están aquí, que disfruten de los premios ahora porque el tiempo pasa y en este caso, lo hablaba con mi mujer viniendo y me ha dicho ‘disfruta porque nunca se sabe’. Y es verdad. Con 62 años me llena de ilusión recibirlo, estoy encantado y solo puedeo dar gracias por el cariño. Ahora el objetivo es ser el primer abuelo en ganar el Dakar”.
Este reconocimiento llega después de otro sueño cumplido y un honor reservado a tan solo un elegido, durante un camino en el que se enfrentó a rivales que subieron la apuesta y otros que lo dejaron por el camino; pero él siempre estuvo ahí. El español culminó con serenidad, paciencia, velocidad y estrategia un 2024 que recordará para toda la vida. Porque más allá de lo que ha conseguido, el reconocimiento también reside en el cómo. El madrileño ganó a la incertidumbre de un recorrido nunca antes visto y a los antecedentes. Nunca más se podrá decir que nadie ha sido capaz de conquistar el desierto con un vehículo eléctrico. Carlos Sainz también cambió esa historia.