Carlos Sainz arroja esperanza
El español se enfrenta al desafío de ganar el Dakar a la primera con Ford y tiene confianza en el nuevo Raptor: “Se ha trabajado en la dirección correcta”.
El desembarco de Ford en el Dakar no ha sido un camino de rosas. Durante los más de 10.000 kilómetros de test que llevó a cabo la marca del óvalo para afinar el nuevo Raptor hubo contratiempos y mucha dedicación, que han acabado por arrojar esperanza. Antes de medirse en competición, Carlos Sainz ya reconoció que su nueva arma para el Dakar había nacido “muy bien” y dos ensayos generales lo corroboran. Nani Roma se llevó la victoria en la Baja Hungría donde debutó el T1+ y en un desafío todavía mayor, el Rally de Marruecos, el madrileño consiguió llevar al prototipo de la marca estadounidense hasta lo más alto, con un primer triunfo de etapa que dejó un sabor especial.
La victoria en Marruecos fue emotiva por varias razones: el Raptor era capaz de ganar y además, 22 años después, Carlos y Malcolm Wilson volvían a ganar de la mano bajo el emblema de Ford (la última vez sucedió en el Mundial de Rallies). “Es algo muy especial”, admitían desde el equipo, y Sainz compartía el sentimiento: “Ha sido emocionante ganar de nuevo con Malcom y Ford”. Aunque apenas hubo margen para celebraciones, más allá de las felicitaciones. A ese primer triunfo le precedían una larga lista de posibles puntos de mejora y varios alicientes. Especialmente, el de saber si el prototipo de la marca del óvalo será capaz de conquistar el Dakar a la primera.
La mentalidad ganadora permanece intacta en Sainz: “No nos podemos conformar con ganar alguna etapa, debemos aspirar a ganar pruebas. No debemos dejarnos llevar por la euforia, sino seguir dando pasos adelante, seguir progresando”. El objetivo del español es llevar a cabo cualquier pequeña mejora que sea posible para afrontar el Dakar, a sabiendas que los plazos son limitados (a primeros de diciembre el Raptor tuvo que embarcar para poner rumbo a Arabia Saudí). Pero a pesar de su inconformismo, Carlos es consciente de que “ganar por primera vez con un coche que acaba de debutar, representa muchas cosas”.
“La base del Raptor es buena”
El bagaje de Toyota en el desierto viene de largo, Mini se renueva (a nivel mecánico y personal) pero también acumula experiencia y Dacia se estrena con matices; pues el nuevo SandRider se quedó con lo mejor del Hunter aunque sea un prototipo que nace desde cero. A pesar de ello, Marruecos sirvió para que desde Ford asimilasen que se encuentran “muy parejos” a sus principales rivales. Sainz habla de “una base buena que se ha trabajado en la dirección correcta” y tras haber superado con nota el primer desafío del Raptor, ahora llega el más importante.
Desde su llegada al Dakar en 2006, Carlos tardó cinco ediciones en lograr su primer Touareg con Volkswagen. Con Peugeot y Audi la espera fue de tres años y con Mini solo necesitó un par. Cifras a la baja que sin embargo, dejan en evidencia la dificultad que entraña estrenar un proyecto con victoria en el desierto. Sin embargo, Sainz siempre ha salido “en todos los dakares que he corrido, incluido el primero, pensando que podía ganar” como reconoció a AS. Y esta no va a ser la excepción. Ford no buscaba en Marruecos un resultado, sino comprobar que todo estaba listo para la próxima visita a Arabia y en “el primer gran desafío con el Raptor, las sensaciones han sido positivas”. Solo queda el más difícil todavía.