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Dakar | Coches (Etapa 12)

Al Rajhi ya es un clásico

El saudí entra en un selecto grupo de ganadores del Dakar que en la última década solo escribió los nombres de Sainz, Al Attiyah y Peterhansel.

Shubaytah (Arabia Saudí)
Shubaytah (Saudi Arabia), 16/01/2025.- Yazeed Al-Rajhi of Saudi Arabia and Timo Gottschalk of Germany compete with their Toyota Hilux Overdrive for Overdrive Racing during the eleventh stage of the 2025 Dakar Rally on Shubaytah, Saudi Arabia, 16 January 2025. (Alemania, Arabia Saudita) EFE/EPA/DEMI BAAUW
DEMI BAAUWEFE

Yazeed Al Rajhi siempre quiso ser como Carlos Sainz. Y después de una década intentando parecerse al piloto español, por fin, el saudí se ha convertido en un clásico. El piloto de Toyota cumple con lo que se esperaba de esta edición, donde la fiabilidad podía ser un síntoma de éxito. Y aunque lo fue, sería injusto decir que este Touareg llega simplemente por un coche que en esta ocasión nunca llevó al límite. Detrás de este premio hay diez años de experiencia que permiten al piloto de Overdrive entrar en un selecto grupo de ganadores. Porque desde que llegó a la carrera, el Touareg únicamente había escrito tres nombres: Sainz, Al Attiyah y Peterhansel. Pero esta victoria demuestra cómo empiezan a llegar relevos.

Las generaciones más jóvenes todavía tendrán que esperar, pero a sus 43 años, Al Rajhi ya es uno de los veteranos y también, de los que mejor conocen la carrera. Por eso este triunfo ha sido posible. Durante esta edición, ese piloto dominado por la agresividad y unas ganas excesivas de exhibir su velocidad, prefirió no tomar más riesgos de los necesarios. En ocasiones contadas como una cuarta etapa en la que se anotó la victoria, el saudí se acercó al límite. Mientras el resto solucionaban problemas, el piloto de Overdrive tan solo ganaba tiempo y aunque tuvo por delante a otro rival muy regular y difícil de batir como fue Lategan, acabaron premiando la regularidad, la estrategia y el talento en este Dakar. Aunque las dunas fueron el caballo de batalla del piloto de Gazoo Racing y el momento decisivo en el que dejó escapar el liderato en favor del que ahora se ha convertido en héroe local.

Al Rajhi es el primer piloto en 25 años que consigue la victoria con un equipo privado pero además, nunca antes ningún otro había sido capaz de dejar el Touareg en casa. Bien sabe el saudí que nadie es profeta en su tierra, especialmente en un territorio como este donde la tradición por el deporte de velocidad apenas se remonta a un 2020 en el que llegó el Dakar. Pero su mayor éxito es haber conquistado la carrera de su vida, en parte, gracias a la ayuda de otro que conoce el desierto de primera mano. “Carlos me ha ayudado a ganar”, aseguraba el piloto de Overdrive, que con el español fuera de carrera se empapó de sus consejos para llegar a esta última etapa de 60 kilómetros en una posición privilegiada. Una salida en masa, de cuatro en cuatro, tuvo como colofón final una navegación entre dunas que fue un trámite pero también, el mometo de asimilar que esta victoria ya era una realidad.

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Ford y Dacia estrenan el contador de victorias

La tripulación de Overdrive sabía que llegar era más que suficiente, especialmente en un día donde el resultado fue lo de menos. Pero también se repartieron ganadores. La última etapa se la anotó Lucas Moraes y eso cuenta como otra estadísitca más, aunque lo realmente relevante fue sucediendo en esos días previos donde los grandes favoritos se quedaron por el camino. Sainz fue el primero en abandonar por una deformación de chasis que dejó fuera de carrera también a Loeb tan solo un día después. Nasser resistió y fue capaz de ganar con el Dacia, pero la fiabilidad resintió sus opciones. El qatarí necesitó de manera recurrente la ayuda de una Cristina Gutiérrez que se estrena con nota en la categoría reina, donde Ford también empezaba como un novato junto a su Raptor.

La marca del óvalo se llevó un par de alegrías, gracias al triunfo de Nani Roma que rememoró Mattias Ekstrom tan solo un día después. El sueco (3º) acabó finalmente en un podio dominado por el Hilux de Toyota y aunque se demostró que aunque sigue siendo imposible ganar un Dakar a la primera, Ford ha traído a la carrera un proyecto ganador. Desde la sede británica tienen motivos para celebrar, aunque la mayor alegría de todas es la de un Al Rajhi que por fin ha conseguido su objetivo. El dinero no da las victorias, pero el talento sí.

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