Márquez: “La imagen remolcando a Bagnaia ha sido morbosa”

No le costó nada reconocer a Marc Márquez que su imagen remolcando a Francesco Bagnaia tenía mucha gracia y cierto morbo por ser los futuros compañeros del box oficial Ducati a partir de la próxima temporada. Eso sí, matizó que la imagen de la jornada para él era otra...

“Esa imagen ha sido la morbosa, pero para mí la imagen de la jornada ha sido la salvada”, empezó diciendo con una sonrisa. AS le dijo que estamos más acostumbrados a verle hacer salvadas que a hacer de taxista, y respondió que “De esas hacía mucho tiempo que no hacía. Sí que justo iba delante de mí Pecco y se ha quedado sin gasolina, he pasado por el lado, he visto que levantaba la mano y le he esperado para remolcarle y, bueno. Entiendo que sea morboso, porque es el futuro compañero de equipo, esto y lo otro, pero es más una cosa que cuando pasas la línea de meta la rivalidad queda en segundo plano, y si puedes ayudar a alguien que se quede parado ahí, con el calor que hace, pues le ayudas”.

Y explicó el proceso, que pasó por distintas fases. Pecco le agarró primero del brazo, después de la pierna y después fue su pie a la estribera de la moto del italiano, que es lo que hacen los moteros en la calle. “Yo quería la estribera desde el principio, porque es lo más fácil, pero no sacaba el pie. No nos hemos compenetrado de la mejor manera”, empezó diciendo antes de que le dijéramos bromeando si se planteó darle una patada cariñosa, en plan ‘aparta, chaval’, para poner el pie antes. “Calla hombre…”, dijo ríendose de nuevo antes de explicar que fue un gesto natural más que de señorío, por mucho que Pecco se hubiera parado unos minutos antes saliendo del box para que él y su hermano no le cogieran la rueda: “De la primera imagen es que no me he dado ni cuenta. Si quiero esperar, si paran, paro. Ya sabéis que en ese punto si lo quiero hacer soy un descarado. Pero ha sido casualidad. Yo le he dicho al equipo sacarme para dar tres vueltas, y ellos me han dado el ok. He salido para hacerlo y cuando se ha parado yo ni le he mirado, he tirado y ya está. Es verdad que luego he fallado en el primer time attack, y luego ya me he visto ahí metido en un trenecito. Si os habéis fijado he hecho la vuelta teniendo a Zarco delante, que no es de los que se busca para hacer una vuelta”.

En cuanto a su enorme salvada, de 65 grados en la curva 10, la comentó así: “Ha sido de las que hacía mucho tiempo que no hacía. Como decía mucha gente que llevaba un ‘anticaída’ en la Honda, ahora me lo han montado en la Ducati. (Risas). Ese sistema especial lo han desarrollado bien en Ducati, y empieza a funcionar. Las salvadas esas, como decía en Honda, son espectaculares, pero son también una señal de que voy incómodo, de que es un circuito que me ha costado, me costó en el pasado pero pensaba que me costaría menos en este, y de hecho hoy me ha costado más que otros trazados”. Y le preguntamos si le explicará el año que viene a Pecco, si se lo pide, cómo se hacen esas salvadas con la Ducati. Su respuesta primera fue de despiste: “Bah, eso creo que es más instinto. Esta vez no he dado ni gas. A veces con la Honda sí que en la última parte daba gas, en esta había perdido práctica… Ya te digo, son espectaculares pero no son un buen síntoma”. Y le insistimos: ¿Pero se lo dirás a Pecco? Respuesta más suya, más caníbal: “No, no como lo de ayer con Martín. No se dan consejos a los rivales”.

Y sobre el poker de las cuatro GP24 en cabeza: “Sí, sí, pero yo tenía a una 23, la de Bezzecchi, delante. Tengo un punto bastante débil en el T2, que me está costando bastante más de lo normal, estoy perdiendo muchísimo. Sobre todo no soy capaz de explotar el neumático nuevo allí, del usado al nuevo bajo dos décimas, y los otros del usado al nuevo bajan casi cuatro o cinco. Así que intentaré mejorar ahí para estar más cerca de las 24, pero una vez más están bastante por delante, sobre todo Bastianini y Martín.