“Verstappen no necesita esto”
El Mundial baja al barro tras el encontronazo del campeón con Norris, que salpica a ambos. Stella apunta a Max y recuerda los episodios con Hamilton de 2021.
La joven rivalidad entre Verstappen (26 años) y Norris (24) ya tiene su primer encontronazo en la pista. Fueron varios en realidad, todos en este acalorado GP de Austria. Primero en el esprint, el inglés pasó al Red Bull con agresividad en la curva tres y el campeón se la devolvió en la cuarto apurando mucho, bloqueando el neumático y negando la salida de la curva al McLaren. Adelantamiento por asfixia, un clásico del kárting y del repertorio de ‘Mad Max’. El domingo todo se acentuó: Lando lo probó desde demasiado lejos hasta tres veces y llegó a sacar de la pista a Verstappen; hasta que en la definitiva, fue el neerlandés quien se pasó de agresivo, le esperó en la frenada y le forzó hacia fuera. Como el toro que embiste cuando se siente acorralado. El leve choque pinchó un neumático de cada coche, se volvieron a tocar en la escapatoria y pasaron de luchar por la victoria a penar para llegar al ‘pit-lane’.
El castigo a Verstappen (10 segundos y dos puntos de penalización) no alteró su quinta posición final. Norris, sin embargo, abandonó y sale de Spielberg con otros diez puntos menos que el piloto que le precede en el Mundial. Los comisarios fueron claros: “Tras revisar pruebas de vídeo, el coche ‘1′ se aproximaba a la curva tres con el coche ‘4′ a su altura por la izquierda. Antes de girar (a la derecha), el piloto del coche ‘1′ gira hacia la izquierda y causa una colisión. Es predominantemente culpable y se impone la penalización ajustada a los precedentes”. Lando fue castigado con cinco segundos por exceder los límites de pista cuatro veces.
Del pádel a los ecos de 2021
Los pilotos involucrados hablaron tras el incidente. Para Norris, Max fue “temerario, desesperado por no perder la posición”. Verstappen le restó importancia: “A nadie le gusta chocar, estas cosas pasan”. Es evidente que uno de los dos tiene más experiencia en sucesos como el del domingo. Max ya chocó hasta tres veces con Hamilton en aquel inolvidable 2021 (Silverstone, Monza y Yeda) con reparto de culpas dispar. Es un piloto duro, un campeón al que hay que adelantar con todo que no tiene miedo al contacto. Aunque la fama le precede: Norris bien pudo llegar muy presionado a las vueltas clave de Spielberg después de regalar tres oportunidades claras de victoria (Ímola, Canadá y Barcelona) con un McLaren que parecía más rápido que el Red Bull.
Christian Horner, jefe de Red Bull, minimizó a Lando tras la carrera: “Quería compensar lo del sábado (el adelantamiento no consumado en el esprint). No jugarán juntos al pádel mañana”. Helmut Marko señala a ambos: “Los dos pilotaron innecesariamente duro, y nosotros tenemos parte de culpa por no avisar a Max de que podría llegar una sanción por límites de pista. Fue por momentos una gran batalla, pero degeneró en ver quién se saltaba más límites”. Andrea Stella, al frente de McLaren, aprovecha para revivir los fantasmas de 2021: “Tenemos mucho respeto por Red Bull y Max, pero no necesitan hacer esto. Es una manera de comprometer tu reputación, ¿para qué? Cuando no se resuelven las cosas en su momento, vuelven con el tiempo. Y ahora han vuelto”. Verstappen tiene fama de piloto implacable y soberbio en la pista. Y es así como se deja de hablar de las proezas del tricampeón, de sus vueltas increíbles y las diferencias irreales que marca. A falta de lucha por el título, el relato de la temporada 2024 ya ha dado un vuelco. Ha bajado al barro.