Silverstone se pone feo
Russell y Hamilton son la referencia en una última sesión pasada por agua. Sainz fue cuarto, detrás de Norris. Alonso, 8º con el Aston Martin.
Al principio la climatología era anecdótica, del calor europeo en Barcelona y Austria al particular verano británico. Pero ha dejado de ser una broma: los últimos entrenamientos libres se celebraron pasados por agua, solo con neumáticos intermedios y sin que los cielos dieran un respiro. La previsión es ambigua tanto para la clasificación como para la carrera (60% de probabilidad de lluvia en ambos casos). Hasta ahora parecía baja, pero la cantidad de agua caída en las últimas horas alrededor de Silverstone invita a pensar que puede ser un gran premio recordado por la lluvia, no solo por la rivalidad entre Verstappen y Norris.
Mercedes lideró la sesión con Russell delante de Hamilton (0.035), aunque los márgenes parecieron mínimos. Norris fue tercero (0.185) completando un triplete británico que sería histórico si se tratara de la parrilla real. Sainz fue cuarto (0.610) por delante de Verstappen (0.864), Leclerc (0.925) y Piastri (1.125). Las diferencias se estiran en ese top-7, pero solo llegan a estar delante los cuatro coches ‘grandes’. Ni la lluvia iguala prestaciones ya en esta F1, la carga aerodinámica sigue siendo el único factor diferencial. En mojado o en seco.
Alonso fue 8º (1.411), rodó rápido al inicio del entrenamiento y llegó a situarse primero. Pero conforme mejoró ligeramente la pista (luego terminaría empeorando), Mercedes y McLaren fueron las referencias. Aun así, Fernando fue de los pocos que rebajó sus tiempos en los últimos minutos del entrenamiento, en su caso hasta seis décimas. En seco, Norris había liderado las dos sesiones del jueves. Pero la lluvia devuelve a Mercedes a la primera fila. Vienen de ganar en Spielberg y aspiran a una pole en el gran premio de casa. Más de 400.000 aficionados que pasarán por Silverstone este fin de semana sueñan con una victoria local. Por lo demás, apenas hubo incidentes más allá de una colada de Gasly al inicio que le dejó atrapado en la grava después de dos vueltas, resuelta con una bandera roja.