“Sentarme en casa me asusta”
Fernando Alonso confiesa su mayor miedo como piloto, pero asegura que seguirá adelante “mientras haya un 1% de opciones de ser campeón” en Fórmula 1.
Se podía haber hecho más, pero el coche no ayudó. Fernando Alonso sufrió la falta de fiabilidad de su Alpine durante esta temporada en la Fórmula 1, pero en cuanto a su rendimiento como piloto, siempre admitió que era uno de sus mejores cursos. Tanto es así que lo compara a 2012, cuando fue subcampeón con Ferrari, aunque también con 2018, su última temporada en McLaren porque, pese a que los resultados no acompañaron, se sintió bien con el monoplaza: “Hay años en los que tienes el control de la situación y de tu coche”. Pero igual de importante es para él poder “conducir al límite”, tener todo “bajo control”, coger el ritmo donde sentirse cómodo y, sobre todo, ver que su instinto le dice que todo está encajando. “El año pasado sólo estaba al 80 por ciento. Ahora he vuelto al 100%”, asegura.
Quizá faltó algo de eso en Alpine, culpa de la fiabilidad del monoplaza, que le hizo perder decenas de puntos hasta final de año. Sin embargo, Fernando se embarca ya en una nueva aventura con ilusión, aunque también decepcionado ya que esperaba más cambios dentro de una Fórmula 1 que prometía revolución con una nueva era. “Fue una de las razones por las que volví”, recuerda el español en una entrevista a Auto Motor und Sport. “Originalmente se presentarían en 2021, así que entré un año antes. Y sí, fue un poco decepcionante para todos darse cuenta de que las cosas no han cambiado drásticamente. Como mucho hay dos equipos que pueden ganar carreras, como ha sido el caso en los últimos años”. La brecha entre los grandes y los mortales sigue siendo evidente. “En el 50% de las carreras estamos a una vuelta del ganador”, detalla Alonso, sin poder cumplir el máximo objetivo que buscaba la F1.
Y, lejos de señalar al techo presupuestario de los equipos, el bicampeón apunta a la clave para llegar a la igualdad: “Son las reglas, son muy restrictivas. No queda mucho por inventar. Los mejores equipos están cerca del límite y los demás se pondrán al día”. Y, espera, Aston Martin esté pronto entre los candidatos, pero llevará tiempo recortar esa distancia: “No puedes ponerte al día con eso en un año, pero tengo la esperanza de que uno o dos equipos estén allí en dos o tres años”. Y su nueva escudería ya se ha puesto manos a la obra porque, si algo tiene claro, es que el español seguirá adelante “mientras haya un 1% de opciones de ser campeón”. Por ahora el nivel lo mantiene y, en Alpine, lo ha demostrado. Sufrió con la respuesta de la dirección asistida en 2021, pero este año se pudo sobreponer y mejorarlo para todos: “Ahora es perfecto y todos los pilotos que han conducido el Alpine desde entonces han elogiado la dirección. Esa es la ventaja de contratar a Alonso y la desventaja de perderlo”.
Y habla de sus puntos fuertes: “Supongo que soy tan rápido como los demás. Eso no me da nada. Mi satisfacción proviene de las carreras en las que puedo marcar la diferencia con la cabeza. Porque planifico mejor la carrera y tomo las decisiones correctas en el momento adecuado”. ¿La edad? Sigue sin ser un problema para Fernando: “Si un piloto joven te adelanta en la última vuelta en una carrera físicamente exigente porque está un poco más en forma, entonces la edad sería una desventaja. Pero eso nunca sucede en realidad”. Por eso, le queda cuerda para rato: “Me encanta lo que hago. Por supuesto que me gustaría tener un coche que pueda pelear el título, pero no hay lugar para mí allí. De lo que había, Aston Martin es uno de esos equipos que pueden lograr ese objetivo en dos o tres años. Eso es importante a mi edad”. “La vejez solo trae ventajas”, indica, hablando de la experiencia en los muchos circuitos del calendario.
El futuro le asusta
Pese a que le quedan unas temporadas dentro de la Fórmula 1, resulta inevitable querer saber qué es lo que le depara el futuro a un bicampeón del mundo. Ha probado ya otras categorías, pero el español asegura que no piensa en eso y, de hecho, no tiene nada sobre seguro: “Tengo miedo al después. No tengo un plan B. He sido corredor toda mi vida y solo eso se me da bien porque no he aprendido nada más. Mi vida siempre ha estado dedicada al automovilismo. Y lo que mejor hago en este deporte es conducir. Mientras sienta que todavía puedo dar el máximo seguiré en F1 dos o tres años más. Si algún día tengo que retirarme de la Fórmula 1, haré otras carreras. Una victoria en el Dakar seguiría siendo un desafío. Porque nadie lo ha hecho en esta combinación antes. Pero sentarme en casa me asusta”.
Y, “si no funciona como piloto”, Alonso piensa en otros ámbitos: “Quizás un papel fuera del coche. Si luego nos convertimos en campeones del mundo, eso también me daría satisfacción, porque entonces podría decir que ayudé a construirlo. Estoy feliz de comenzar un nuevo proyecto y hacerlo exitoso lo antes posible”.