“Puedo contar con Sainz”
Binotto celebra la recuperación del madrileño y hace balance. El desarrollo del coche se enfocó hacia 2023. Su futuro, una incógnita: “Las críticas se hacen para distraer al equipo”.
Si uno es capaz de abstraerse de las idas y venidas en veintidós grandes premios, de los dimes y diretes; y regresar a los mensajes que se lanzaron desde Maranello en invierno, Ferrari ha cumplido el objetivo. En 2022 volvieron a se competitivos después de dos años de travesía por el desierto: ganaron carreras (cuatro), salieron desde la pole (doce veces), se asomaron a la lucha por el título (Leclerc, 2º) y fueron subcampeones por delante del gran dominador de la década, Mercedes, aunque por detrás de un soberbio Red Bull. En el ‘paddock’ se entiende que aun así Mattia Binotto está en la cuerda floja como ‘team principal’, y eso a pesar de que no haya opciones más serias disponibles a corto plazo.
El ingeniero suizo de origen italiano, sin entrar en “rumores infundados”, habla de “una temporada difícil” en lo personal. “Las críticas nunca son fáciles de gestionar. Para mí era importante mantener al equipo centrado en su trabajo. Las críticas se hacen para distraer al equipo. Pero me harán más fuerte en el futuro. Solo debemos pensar en nosotros, esas son las lecciones más importantes”, dice. Su futuro es una incógnita. Se puede identificar a Vasseur, posible sucesor, como un hombre cercano a Leclerc, que posiblemente esté descontento con algunas decisiones, estrategias y prioridades; y con buena relación con Wolff. Es evidente que el organigrama de Ferrari admite cambios, pero no está tan claro que un nuevo rumbo, desde arriba, sea lo que necesita la escudería ahora mismo. La estabilidad tiende a dar resultados, Horner supera la década en el cargo y Toto se acerca.
Un buen ejemplo es Carlos Sainz. Su 2022 empezó irregular y en la segunda mitad de la campaña lo ha enderezado, en esa fase de la temporada en la que otros pilotos ya desconectan. Binotto así lo aprecia, comenta con AS: “Sufrió al principio, debió adaptarse al nuevo coche de 2022, a cómo había que pilotarlo. Aprendió, mejoró y en la segunda parte del año ha estado muy bien, ha demostrado que tiene buen ritmo, que es un competidor fuerte. Tiene varios abandonos, son carreras que no terminó y que son importantes para el balance de la temporada, tenemos que revisarlo para el año que viene porque es lo peor que le puede suceder a un piloto, no sumar puntos en una carrera. Pero en general ha mejorado, ha vuelto a ser muy competitivo en cuanto a ritmo y velocidad y sé que puedo contar con él también para el año que viene”.
“Un coche rápido y fiable puede cometer errores en estrategia”
Mattia se lleva muchas lecciones del curso: “Nuestros altibajos vienen de diferentes áreas. Primero la fiabilidad, la primera prioridad, porque para ganar debes ser fiable y no ha sido así en la temporada. Luego, la velocidad del coche. Hemos sido muy competitivos en clasificación pero nuestro ritmo de carrera no fue suficiente para ganar. Si tienes un coche rápido y fiable, puedes cometer errores en estrategias y ‘pit-stop’ pero luego compensas con el monoplaza. Ahí debemos poner nuestros esfuerzos sabiendo los altibajos que pueden provocar las estrategias”. Además, admite que debieron “reducir ligeramente la potencia” de los motores en la segunda parte del año.
El RB18 de Verstappen superó en evoluciones a Ferrari por varias razones: “El Red Bull tenía un camino claro porque tenían que reducir el peso del coche, para nosotros era complicado porque debíamos mejorar el concepto aerodinámico. Paramos muy pronto (el desarrollo) y no por elección, sino por gastos. ¿Tomamos la decisión adecuada entre prioridades, 2022 y 2023? Solo 2023 nos dirá si fue la decisión adecuada”. Quizás el año que viene Ferrari recoja lo que sembró en estos doce meses de trabajo en la fábrica. ¿Estará Binotto para celebrarlo?