Mercedes confía en el proceso
Toto Wolff asume que la temporada no está yendo como esperaban e intensifican el trabajo para poner solución: “No existe una varita mágica que transforme el coche”.
“Ha sido difícil hasta ahora”, pero confían en poder revertir la situación. Así lo siente Toto Wolff, director de Mercedes, quien asume que tras las tres primeras carreras de la temporada, las cosas no están “saliendo como esperábamos”. Tenían “esperanzas de solucionar los problemas del año pasado” con este nuevo monoplaza, un W14 que apostaba por el mismo concepto que siguieron en 2022, con el que admiten que se han equivocado. En tres carreras tan solo Hamilton ha logrado subirse al podio, en Australia, con una segunda plaza que les deja lejos del nivel estratosférico de su gran rival, Red Bull. Pese a todo, el austriaco confiesa que no se sienten “con derecho a nada” y que, formando parte de “la competición más dura del mundo”, “no sería un reto tan fantástico si fuera fácil”.
Los problemas son evidentes dentro del seno de la marca de la estrella plateada, pero no quieren entrar en pánico. Wolff confiesa que, pese al mal arranque de curso, se vieron “destellos de rendimiento en el coche que nos animan para la próxima parte de la temporada”, la cual, arrancará en Bakú este último fin de semana de abril y donde se verán ya las primeras mejoras y evoluciones de los monoplazas. En Mercedes están tranquilos, aunque en alerta por todo el trabajo que se acumula. Toto asegura que “es alentador ver que en tres carreras entendemos mucho mejor el coche” y que se ha definido “una dirección clara” de hacia donde tienen que ir. “Creo que estamos en la trayectoria correcta”, calma el directivo austriaco, aunque consciente de que necesitan “consolidad la comprensión” y espera “que en las próximas carreras se pueda dar otro paso”.
El objetivo es claro: “Sabemos que tenemos que recuperarnos”. Tras un 2022 complicado, Mercedes quiere volver a la senda de las victorias y recuperar ese nivel que les hizo campeones durante ocho años consecutivos. Y todo pasa por “una curva de desarrollo más pronunciada que la de Red Bull” para “competir por las victorias en carrera”. “Ellos son ahora la referencia”, confiesa Toto Wolff, quien asegura que en el equipo “confiamos en el proceso y en la gente”, pero consciente de que “habrá contratiempos” hasta recuperar su posición de líder. “También habrá mejoras y mucho trabajo que nos ayudarán a acercarnos a la cabeza”, insiste con seguridad, porque la mentalidad dentro de la fábrica “es fantástica, el espíritu está ahí y veo mucho entusiasmo”. “Se trata de intentar desarrollar nuestra capacidad para tener éxito durante varios años, reconociendo al mismo tiempo el hecho de que nunca vas a ganar todas las temporadas, porque ningún equipo deportivo lo ha conseguido nunca”, explica.
No existe la magia
Por el momento, la siguiente parada del campeonato es Bakú, con el primer fin de semana al sprint del curso. Otro trazado urbano que se caracteriza por ser “de alta velocidad en las rectas” y colarse como una carrera que “siempre es entretenida”. Y aunque para Wolff el trazado de Miami “es un desafío único”, la superioridad de Red Bull se verá en pista y apunta a Imola como una de sus grandes opciones, donde pondrán el punto de salida al primer triplete del año. “En las próximas carreras iremos introduciendo mejoras en el coche, y eso es algo que esperamos con impaciencia”, asegura, aunque tendrán que seguir trabajando porque “no existe una varita mágica que transforme el coche”. Mercedes es “realista con las expectativas”, aunque esperan ver “una mejora que sea constante”. Por el momento, el primer cambio ya ha llegado: la marca reorganiza su personal técnico y James Allison volverá a trabajar en el equipo como director técnico. Un intercambio que realiza con Mike Elliot, propuesto por él mimo según avanza Autosport, por el que asumirá el cargo de jefe técnico.