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FÓRMULA 1

Los signos de estancamiento de una estrella de la Fórmula 1

Leclerc aspira a un triunfo en Mónaco que rozó dos veces y Ferrari apunta alto. No gana desde 2022, Sainz le aprieta y ahora Norris parece el antídoto de Verstappen.

MónacoActualizado a
Charles Leclerc (Ferrari SF-24). F1 2024.
Massimo PincaREUTERS

Aunque más de media parrilla reside en Mónaco, solo es el gran premio de casa para su príncipe, Charles Leclerc. Los que saben de F1 en el paddock señalan a Ferrari como favorito para este fin de semana por su buen tacto general con los circuitos urbanos, más allá de la rutina ganadora de Verstappen y los progresos recientes de McLaren. Es la carrera más especial, no solo por la historia del trazado y la tensión máxima entre sus guardarraíles, o por el lujo desde que termina el asfalto y empiezan las aceras. Afinar un coche para Mónaco y extraer el máximo potencial a una vuelta es una de las tareas más complejas de este deporte. Pocos pilotos dispondrán a lo largo de su carrera deportiva de una oportunidad clara para ganar el GP más lustroso.

Charles tuvo dos. En 2021, se estrelló en su segundo intento de Q3. La bandera roja le vino bien, nadie podría mejorar, así que la pole era suya. Ferrari recibió el coche del parque cerrado y cambió todo lo que se podía cambiar. Al día siguiente, en las vueltas a parrilla, descubrieron que el eje de la transmisión estaba dañado y no podría tomar la salida. Primer fiasco. Un año después, el joven Charles presenció también desde la pole una fuerte tormenta antes de la arrancada que obligaría a todos los equipos a andar finos con la estrategia. El suyo no lo estuvo, los dos Red Bull adelantaron a los dos Ferrari y la segunda oportunidad clarísima para ganar en casa se esfumó, como la riada, por las cañerías de Montecarlo. Aún no ha subido a su podio.

Leclerc, de 26 años, es una de las estrellas de la parrilla por carisma, caché y prestigio. También por talento. Firmó su segundo contrato a largo plazo con Ferrari y será compañero de Hamilton a partir de 2025. Quienes conocen bien ese garaje dicen que sale ganando con el cambio: debía haber superado a Sainz con firmeza en estos tres años como compañeros, pero el pulso ha sido parejo. A una vuelta la décima final tendió a irse con Charles, pero Carlos ha firmado tres de las últimas cuatro victorias de Ferrari y su sensibilidad ha sido fundamental para afinar los sucesivos monoplazas. El año que viene llega un siete veces campeón y todo lo que sea aguantar el empuje de Sir Lewis aumentará la valoración del monegasco.

Max Verstappen (Red Bull) y Charles Leclerc (Ferrari). F1 2024.
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Max Verstappen (Red Bull) y Charles Leclerc (Ferrari). F1 2024.DANILO DI GIOVANNIEFE

Las batallas memorables con Verstappen

Pero el joven Charles ya no es tan joven, ni es una promesa de la parrilla. Su espectacular aterrizaje en Ferrari, con poles y dos victorias en 2019 que tanto hicieron sudar a Vettel, se ha diluido con el tiempo. Las firmes batallas con Verstappen, de lo mejor que ha dado la F1 en el último lustro, también se cuentan con los dedos de una mano. Austria y Silverstone 2019; Arabia 2022, Las Vegas 2023. Leclerc suma cinco victorias, pero pronto se cumplirán dos años de la última (Austria 2022) y desde entonces los momentos más brillantes de la Scuderia en un escenario hostil, el de la dominación de Red Bull, los ha firmado otro piloto. Pesa para bien su gran arranque en 2022, con dos triunfos en las tres primeras carreras. Pero lastran los errores posteriores, como cuando se chocó solo en Francia mientras lideraba.

Al del Principado le pesa una estadística que se vuelve en su contra: 23 poles a favor (algunas de ellas con coches muy inferiores, como el SF21), pero en 19 de ellas no ganó el domingo. Gran piloto de sábados, uno de los mayores talentos a una vuelta de esta generación, se le achaca en ocasiones poca ‘inteligencia de carrera’: gestión de neumáticos, de estrategias, iniciativa ante lo que sucede en la pista y toma de decisiones. El “stop inventing” de Sainz resume todo lo que se ha podido echar en falta de Leclerc en las últimas campañas. Curiosamente, la semana pasada, se relevó a su ingeniero de carrera en los últimos años, Xavi Marcos. Otro español que sale del equipo de carreras bajo el mando de Vasseur después de Iñaki Rueda y el propio Carlos.

La progresión de Norris es clara, de los destellos a los éxitos; la de Carlos ha ido en paralelo al potencial de sus coches, y la de Verstappen no tiene techo. Mientras, los mejores minutos de Leclerc en la F1 ocurrieron hace casi cinco años. El duelo con Sainz ya es irrelevante, Charles se queda Ferrari, pero tiene que recuperar el terreno ante los pilotos que están cerca de ‘Mad Max’. A su favor, el deporte tiene mala memoria: un triunfo histórico en casa lo cambiaría todo.

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