La sangría de puntos que Alonso reclama a Alpine
El motor que estalló en Arabia, el fallo hidráulico en Australia cuando luchaba por la pole… la fiabilidad ha lastrado la temporada del asturiano.
Alonso no podía ocultar la frustración al bajarse del coche en Singapur tras el enésimo problema de fiabilidad esta temporada: “Tenía un déficit de 50 puntos, así que ahora me faltan 58 o 60 puntos a lo largo de una temporada, que es algo casi inaceptable en mi coche, el coche ‘14″. Las averías han lastrado sus resultados en 2022 y le están saliendo caras también a Alpine, porque han cedido el cuarto puesto en el Mundial de constructores contra McLaren a falta de cinco carreras, y eso que hace pocas carreras parecía que lo tenían asegurado.
La lista de problemas técnicos de Fernando en este curso es extensa y el botín de puntos perdidos, como él apunta, amplio. Todo empezó en Arabia Saudí, el Alpine volaba en las rectas de Jeddah Corniche y el bicampeón español era sexto virtual cuando el motor estalló en la vuelta 35 de 60. Era nuevo, sustituía al de Bahréin tras solo una carrera y se fueron al traste ocho puntos. No mejoró dos semanas después: en Australia (con el tercer motor en tres grandes premios) un fallo hidráulico desencadenó en accidente cuando luchaba por la pole en la Q3. Las secuelas físicas en las muñecas le han afectado durante varios meses. Si hubiera salido desde su sitio podría haber acabado quinto fácilmente, delante de los McLaren. Otros diez puntos.
El momento más doloroso llegó en Canadá: Alonso salió segundo tras una gran clasificación en agua, pero pronto se vio que el domingo iría hacia atrás. Un problema en la parte eléctrica le hacía perder más de un segundo por vuelta. Sin ritmo, incluso le superó Ocon (6º, ocho puntos para el francés). Aunque también escoció Austria, cuando el Alpine no arrancó en la parrilla del esprint por un problema con la bomba de la gasolina. El equipo escurrió el bulto, apuntó a un proveedor externo, pero después descubrió que el fallo era de montaje. Al final remontó desde el fondo de la parrilla hasta el 10º puesto, pero Ocon era 5º (10 puntos) sin grandes aspavientos.
La gota que colma el vaso viene de Italia y Singapur, dos carreras consecutivas marcadas por abandonos por la unidad de potencia. Además, Fernando no montó ninguna nueva en Spa o Monza, circuitos propicios (Ocon instaló dos motores a estrenar). Alrededor de 15 puntos completan las cuentas en negativo del asturiano. De hecho, Esteban tampoco sumó en ninguna de las dos carreras, aunque como se encargó de remarcar Alonso, no influyó en el reparto final de puntos: “El abandono del Alpine que estaba en los puntos… el otro no cambia mucho”. Lo lamenta especialmente porque ha repetido en varias ocasiones que se ve a su “mejor nivel individual desde 2012″, cuando luchó por el título con Ferrari.
Con cinco carreras por delante, el español repite que el objetivo es sentenciar el cuarto puesto de constructores para Alpine. Descontar los siete puntos que le separan de Ocon, no obstante, parecen una meta bastante realista para un piloto que solo ha cedido contra el compañero de equipo en una ocasión y media: Button en 2015, con un horrible McLaren Honda; y el empate con Hamilton en 2007. Este año, la ventaja en la tabla del francés chirría incluso dentro del equipo. “Fernando hace la mejor vuelta posible a la primera; Esteban necesita más intentos”, reconocía Szafnauer en verano. A la espera de un resultado que entone el final de curso, quizás este domingo en Suzuka, al menos hay brotes verdes para el futuro del bicampeón: los puntos recientes de Aston Martin les han hecho ascender en la tabla. Ya no son novenos, sino séptimos.