Fórmula 1

La rocambolesca causa detrás de la rotura de suspensión de Alonso

La grava desprendida por Norris al pisar la hierba en la salida dañó el coche de Fernando, y a mitad de carrera desencadenó en una rotura.

Fernando Alonso con el Aston Martin AMR25 de Fórmula 1 F1.
PATRICK POST
Jesús Balseiro
Corresponsal de AS en los grandes premios de Fórmula 1 desde 2019. Colaborador de la SER. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense, forma parte del diario desde 2013 y, además de la F1, ha cubierto dos Rally Dakar y ha asistido a competiciones internacionales de motor como los Mundiales de Resistencia, Turismos, Motocross o Fórmula E.
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Alonso defendía la séptima posición en el GP de Italia cuando la suspensión delantera derecha de su Aston Martin dijo basta. Es una avería muy poco habitual, aun cuando esta generación de monoplazas tiende a utilizar configuraciones de amortiguación muy rígidas. Hubo varias teorías alrededor del incidente, incluso se señaló a la agresividad con la que Fernando atacó los pianos (nada diferente de otros pilotos). Pero nada más lejos de la realidad. Después de los análisis efectuados por la fábrica, ya hay conclusiones: el AMR25 recibió un impacto de grava en la primera vuelta que afectó varias zonas del coche, y el desgaste durante la carrera terminó por afectar la suspensión delantera derecha al paso por el piano de Ascari.

Sucedió en la salida. Norris pisó la hierba mientras luchaba por la primera posición con Verstappen y generó una estela de polvo que apuntó al Aston Martin de Alonso. Al costado derecho, en concreto. “El equipo puede confirmar que algo de grava golpeó el coche de Fernando en la primera vuelta de carrera en varias áreas, incluyendo la suspensión, que se vio comprometida. El equipo no era consciente del daño, y el pequeño nivel de carga constante terminó desencadenando en la avería”, puntualiza a AS un portavoz de la escudería.

La rocambolesca causa detrás de la rotura de suspensión de Alonso
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Por tanto, no parece un caso de control de calidad deficiente y tampoco hay nada que achacar al piloto. Se debe, como dejó entrever el propio Fernando tras la carrera, a otro episodio extremo de… mala suerte. “Usamos ese piano en cada vuelta, y el resto de los pilotos lo siguen usando en carrera. Tuvimos un problema de suspensión, siempre nos pasan las cosas cuando estamos en los puntos. Ha habido carreras en las que íbamos últimos, doblados como en Spa, y nada sucede. Pero en Mónaco era sexto cuando falló el motor, y aquí era séptimo cuando falla la suspensión. Se nos han escapado docenas de puntos porque la suerte no estaba con nosotros”, lamentó el español tras el abandono en Italia.

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