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FÓRMULA 1

En la pretemporada vale todo

Los pilotos combinan entrenamientos de resistencia y fuerza con una amplia variedad de deportes: ciclismo, carrera, musculación, raqueta, kárting…

En la pretemporada vale todo

Confesaba un exfutbolista que cuando era profesional envidiaba a los pilotos, porque el entrenamiento del futbolista consiste en jugar al fútbol cada día de la semana; mientras que el piloto tiene ante sí un amplio abanico de deportes para alcanzar el punto óptimo de forma. En esto de la pretemporada de la F1 no hay reglas, más bien costumbres y estilos, pero se puede resumir como un ‘todo vale’ mientras los pilotos afinen el físico. Carrera, ciclismo, raqueta, musculación, deportes extremos… y volante.

La base está en la resistencia. Una carrera ronda las dos horas de duración y las pulsaciones superan en varios momentos el umbral anaeróbico. Por eso, todos los pilotos practican deportes de cardio incluso durante los fines de semana de carrera. Alonso es un clásico de la bici, en carretera, montaña o estática. De la Rosa, por ejemplo, cambió el ‘running’ por el ciclismo porque castiga menos las rodillas. Sainz es menos fan del pedaleo, sí de la carrera: raro es el jueves de gran premio en el que no sale a trotar por la pista junto a su equipo de ingenieros. Y raro es el lunes posterior a una carrera en el que Hamilton no se recorre al galope la costa de Montecarlo.

El gimnasio es el otro pilar fundamental del trabajo de un piloto. “Lo primero que se hace con un deportista es montarle el gimnasio en casa”, apuntaba Xavi Martos, preparador físico de Checo Pérez. El tronco superior y sobre todo el cuello deben soportar elevadas fuerzas G cada vez que salen a la pista. Al frenar, acelerar o tomar una curva (alrededor de los 3G constantemente, aunque en caso de accidente la cifra se dispara). Algunos pilotos tienen un físico más fino, otros han potenciado la musculación en los últimos años (Sainz es uno de los ejemplos), pero la fuerza del cuello no se discute. Ahí se destaca la musculatura de Alonso, que vivió otra época: cuando había repostajes, todas las vueltas de carrera eran al máximo de las prestaciones que ofreciera el coche, estilo clasificación, y el cuello lo pagaba.

Esquí, pádel o motocross

A partir de ahí, todo suma. Algunos desconectan en invierno con deportes estacionales como el esquí (Leclerc) y el snowboard (Hamilton). Sainz es más de golf. También de squash, un deporte que obliga a tomar decisiones en décimas de segundo y bajo estrés, más o menos lo que sucede al volante de un F1. Igualmente, el pádel gana terreno al tenis en el sector hispanohablante de la parrilla. Pero no hay una receta, cada uno hace lo que le funciona: Raikkonen era un amante del motocross aunque alguna vez le provocase la típica cojera incómoda después de una caída.

Pero “por mucho que entrenes todo muy bien y especifico, circuitos, cuello, nada es igual que pilotar un Fórmula 1″, suele recordar Martos. Los pilotos redoblan los esfuerzos de kárting en esta fase de la temporada. Aunque no será una sorpresa si las escuderías recurren al clásico ‘filming day’ después de la presentación (100 kilómetros en pista), a un test con un monoplaza antiguo (2021 o anterior) o a los oportunos test de Pirelli (Fernando tendrá 7 y 8 de febrero disponibles en Jerez) para quitar el óxido del invierno y dar kilómetros de calidad a sus pilotos. Ferrari tira de Fiorano todo lo que puede. Y es que con solo tres días de entrenamientos oficiales (23-25 de febrero en Sakhir), apenas uno y medio por piloto, la pretemporada será tan corta como intensa. Y la temporada empezará apenas una semana después con el GP de Bahréin del próximo 5 de marzo.