El último tren de Williams
El FW47 apunta alto en Montreal. Sainz aún busca su primer gran resultado en 2025. Las mejoras de Aston o Sauber, una amenaza.
Williams rodó muy lejos de los puntos durante todo el fin de semana del GP de España, pero en Canadá pueden reivindicarse como cuarto coche de la parrilla. Al cambiar las curvas largas y rápidas de Montmeló por las enormes rectas y frenadas fuertes de Montreal, el FW47 sí podrá aprovechar sus cualidades en tracción, paso por curva lenta y eficiencia aerodinámica. El podio es aún demasiado ambicioso en un domingo convencional (y no hay previsión clara de lluvia), pero el top-5 es factible si Ferrari no despierta de la zozobra, o si Antonelli y Tsunoda se mantienen tan lejos de sus compañeros como han acostumbrado en el primer tercio de la temporada.
“Es un circuito mucho más bueno para nosotros, aunque no tanto como para luchar por el podio, salvo que suceda algo delante”, reconoce James Vowles, jefe de Williams, sobre las características del Gilles Villeneuve. El propio Sainz lo subrayaba al bajarse del coche en Barcelona: “Lo más raro de todo es que pondremos este mismo coche en Canadá y estaremos en la lucha por el top-8. Eso no me preocupa. Dependemos de largas rectas y curvas cortas. Esperemos que la previsión se cumpla, igual que se cumplió para mal en Barcelona”.
Que un Williams termine entre los cinco primeros no debería ser extraño, Albon lo logró en Australia, Miami e Ímola. Sin embargo, el mejor resultado de Sainz en 2025 todavía es un octavo puesto, algo que no casa con las capacidades del coche en según qué escenarios y las actuaciones del piloto. Algunas veces fallaron las estrategias, Sainz ha hablado de “errores operacionales”, y en otras situaciones el propio Carlos pagó la falta de experiencia en el coche. A la hora de la verdad, afloran las carencias de una escudería que ha progresado mucho, pero igualmente lleva más de un lustro a la cola del grupo. Camino de la décima carrera del curso, el español todavía no ha rematado un gran fin de semana con un resultado de peso.
El temor ahora es que el buen momento de Williams se disipe a lo largo del verano y Sainz no tenga mucho más tiempo para aprovechar el mejor momento del FW47. La fábrica de Oxford ya ha insistido en que concentran todos sus esfuerzos en el proyecto de 2026, y ni siquiera el buen tono general de este coche les hará cambiar de opinión. Por eso, es posible que los avances de otras escuderías puedan aumentar la competencia por detrás de los cuatro grandes. Aston Martin ya ha sido un habitual de la Q3 con Alonso desde que introdujeron las evoluciones en Ímola, y el Sauber protagonizó un quinto inverosímil con Hulkenberg en el Circuit, también con mejoras.
Vowles reafirmaba esta filosofía en una entrevista con AS: “Llegará algo más (de piezas nuevas) después de Barcelona, pero no mucho. Será algo de progreso con cosas pequeñas que encontramos en los últimos meses. Pero el objetivo es 2026. Sé que hay equipos que quieren desarrollarse más en 2025 porque no entienden del todo por qué son más lentos, así que tienen que comprenderlo antes de desarrollar el próximo coche. En ese caso, ¿hay un riesgo? Aunque estoy bastante contento con lo que llegará al coche porque no sacrifica el próximo año. Si nos permite terminar en una buena posición este año, fantástico. Y si no, no hay problema porque la inversión en 2026 es lo realmente importante”.
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