El campeón trae sorpresas

Arrasaron durante 2022 con un total de 18 victorias, un campeonato de constructores que recuperaron nueve años después y el título de campeón para un Verstappen que llevó 16 de esos triunfos hasta las vitrinas de Red Bull, por los dos restantes de Checo. Eran números de campeones que hacían imposible acabar el año de una manera diferente y no empezar el nuevo curso como el rival a batir. El dominio de la fábrica de Milton Keynes volvió a instaurarse en la F1 y ahora todas las miradas están puestas en un RB19 que se presenta para defender su hegemonía en un Mundial donde, citando al Fernando Alonso que perdió su corona frente al monoplaza energético en 2012, lucha “contra Adrian Newey”.

El británico, de 64 años, pasó de rechazar a Red Bull durante el comienzo de este siglo, a convertirse en un irremplazable para los de Milton Keynes a partir de 2006. Saben eso de que nadie es imprescindible, pero en Newey reside la excepción que confirma la regla. Porque sin sus creaciones, la escudería energética no atesoraría las seis coronas (cuatro de Vettel entre 2010 y 2013 y dos de Verstappen en 2021 y 2022) que le convierten en referente de un certamen que desvelará en Nueva York (hoy a las 15:00 hora española) la nueva creación de un Adrian que en los últimos años ejerce como consultor, mientras se sigue mejorando el monoplaza a través de pequeños cambios que se traducen en grandes ganancias, bajo la dirección técnica que corre a cargo del ingeniero francés Pierre Waché, uno de los hombres fuertes de Horner.

Rumores de futuro

Red Bull se viste de largo en una de las capitales del mundo de la moda más importantes, para presentar cuál será su apuesta de cara a una temporada en la que solo Haas se les ha adelantado. La escudería americana se presentó el pasado 31 de enero, pero su revelación no se podrá comparar con la de una estructura que ha elegido Estados Unidos, el mercado que está liderando el crecimiento del campeonato, para anunciar unos planes de futuro entre los que también se rumorean ciertos anuncios que afectarían a la fábrica de Milton Keynes en el medio plazo.

A pesar de que la única certeza que existe hasta el momento sobre qué pasará con la motorización de Red Bull a partir de 2026 tras la salida de Honda del Gran Circo, es que Porsche no será socio de la escudería energética, puede ser que en Milton Keynes hayan encontrado un sustituto para desarrollar sus unidades de potencia en el proyecto Powertrains. Mark Rushbrook, máximo responsable de la división de competición de Ford, aseguró en declaraciones a Motorsport que no considerar una posible entrada en F1 “sería una negligencia”, y la empresa norteamericana podría regresar al Mundial que abandonó en 2004 para ser el nuevo socio de la escudería de cara a un 2026 donde la apuesta por los combustibles sostenibles atrae al fabricante.

A pesar de que Red Bull tenía diseñado un futuro en solitario que forjaron con esa ampliación de las instalaciones para fabricar sus propios motores, Helmut Marko insinuó que en términos de respaldo estaría bien trabajar mano a mano junto a una marca con conocimientos de motores híbridos y el interés de Ford, más allá de llegar a un equipo ganador, también podría estar muy ligado al del continente americano por fortalecerse en el Gran Circo. Lo demuestran sus tres grandes premios en el calendario: Miami, las Américas y el ansiado estreno de Las Vegas. Pero también el interés de otros fabricantes como Andretti y Cadillac que han hecho mover ficha a la FIA con la presentación de una nueva propuesta que les abre las puertas del Mundial.

Ben Sulayem, presidente de la federación, advirtió que estudiaría una manera para “poner en marcha un proceso de manifestaciones de interés para la entrada de posibles nuevos equipos en el Campeonato del Mundo de F1″, y este ha terminado de manera oficial en un proceso de solicitud para ampliar la parrilla de diez escuderías que ha caracterizado al Gran Circo hasta ahora. Formar parte del certamen seguirá exigiendo superar “un riguroso análisis financiero y técnico” unido a un “proceso de selección para incluir criterios de sostenibilidad e impacto social positivo”, pero un Mundial que ya ha atraído “a Audi y ha creado interés entre otros participantes potenciales”, dejará de ser un imposible.