¿Cuánto puede mejorar Aston Martin en un invierno?
El AMR22 tenía un tren trasero fuerte. Su punto débil, el ritmo a una vuelta. Otros fabricantes protagonizaron saltos de calidad en pocos meses.
Aston Martin tuvo el séptimo coche en el Mundial de 2022. Es justo destacar que en la segunda mitad de la temporada fueron claros sextos, por delante de un Alfa Romeo que apenas sumó cinco puntos en las últimas 13 carreras. Pero la realidad del nuevo equipo de Alonso es esa: están inmersos en la zona media con ambiciones de liderarla, una buena base (cuarto coche en 2020 y ganaron una carrera como Racing Point) y unos últimos dos cursos irregulares (séptimos también en 2021).
El AMR22 no fue un mal monoplaza, aprecian las fuentes técnicas del paddock. Faltó consistencia, fallaron fundamentalmente los sábados. Los domingos defendieron un buen ritmo de carrera. Su tren trasero es made in Mercedes, subcontratado a la planta de Brackley (está permitido). Motor, caja de cambios y suspensión trasera generan un triángulo con todos los puntos fuertes del monoplaza verde: sólido en la tracción, en las salidas de las curvas. De hecho, es muy superior en ese apartado a Alpine y McLaren e incluso capaz de rivalizar con algún grande.
Su unidad de potencia además es fiable, no se rompe: los dos pilotos completaron la campaña con solo tres ejemplares y sin sanción. Terminaron el curso más cerca de la cabeza de lo que lo empezaron: en la Q3 de Abu Dhabi, Vettel se quedó a 1.1 de Verstappen (0.9 de Pérez).
Y eso que, en el debe, el principal punto débil es el ritmo a una vuelta. ¿Por qué? Responde Tom McCullough, ingeniero jefe: “Es una pregunta que nos hacemos muchas veces. Sufrimos mucho a una vuelta, pero lo hemos hecho bastante bien al gestionar los neumáticos en las carreras”. El objetivo ahora es fabricar un monoplaza ‘todoterreno’. “Hacemos mucho análisis sobre nuestros límites de tren trasero o potencia. Para comprender las curvas de baja y media velocidad y saber cuáles son nuestras debilidades de cara a las 23 o 24 carreras del año que viene. No tenemos el coche más rápido en las rectas y nos falta en algunas áreas también. Queremos un coche completo”, explica McCullough.
Precedentes. La escudería pretende acercarse al top-4 de constructores con Alonso y Stroll el próximo año y eso implicaría luchar por podios esporádicos. ¿Es posible protagonizar un salto tan grande? Ferrari pasó de sexto a tercero entre 2020 y 2021. McLaren fue 9º en 2017, 6º en 2018, 4º en 2019 y 3º en 2020. Antes, Mercedes pasó de 5º en 2012 a 2º en 2013, para después arrasar durante ocho años. Ningún caso es comparable, todos tienen particularidades. Está en manos del equipo de Aston Martin, con las incorporaciones de Dan Fallows (ex Red Bull) y Eric Blandin (ex Mercedes), firmar un monoplaza de esos que cambian la tendencia.