Bola de campeonato
Verstappen puede proclamarse campeón en Singapur si gana y Leclerc es 9º o peor y Pérez no pasa del 4º. Una de las carreras más duras vuelve tras dos años de ausencia.
Si el lector disculpa el tópico, es el taxista quien ejerce de guía turístico al aterrizar en Singapur. Cuenta que el plato estrella es el arroz con pollo. Dice que el país es uno de los polos financieros del planeta, junto con Nueva York, Londres o Hong Kong; y también el centro neurálgico del transporte marítimo entre el Índico y el Pacífico. Fue colonia británica, el inglés es idioma oficial junto con el chino y el malayo. Destaca la ínfima tasa de criminalidad en las calles de esta pequeña ciudad-estado, entre otras cosas porque los castigos físicos no son ilegales. Está prohibido tener chicles o introducir durianes en el metro, porque la fruta nacional es literalmente apestosa. Existe la pena de muerte para ciertos delitos como el narcotráfico. Y este fin de semana se celebra el 13º gran premio en las espectaculares calles de Marina Bay después de dos años de ausencia por culpa de la pandemia.
Aquí se vivieron noches históricas, como la accidentada salida de 2017, aquella victoria de Alonso en 2008 o la última de Vettel, en 2019, si Aston Martin no lo remedia rápido. En Singapur solo han ganado campeones: Seb (5), Hamilton (4), Fernando (2) y Rosberg (1). Pero el GP de Singapur nunca ha sido la carrera decisiva, nadie se ha coronado campeón en el urbano asiático, y Verstappen puede retorcer esa estadística y sentenciar matemáticamente la temporada 2022 este domingo.
No es fácil, pero tampoco imposible. De entrada, al neerlandés solo le vale ganar, que es precisamente lo que ha hecho en las últimas cinco carreras, y once veces este año. Después, necesita que Leclerc sea noveno o peor y Checo no pase del cuarto. Si Max además hace la vuelta rápida, le vale el octavo de Charles. En resumen: su ventaja en la tabla es de 116 puntos y tendría que marcharse de Singapur con al menos 138 puntos, los que habrá en juego a partir del GP de Japón. Leclerc, Sainz y, en menor medida, Checo, aspiran a retrasar la celebración de Red Bull con una victoria. Ferrari ha sido muy fuerte en todos los urbanos. También Hamilton y Russell, con un Mercedes en clara tendencia positiva. En cualquier caso, la bola del segundo Mundial de Verstappen será todavía más clara en Suzuka la semana que viene.
El GP de Singapur es uno de los más duros del calendario. El circuito es complejo, poco fluido, salpicado por 23 curvas que hacen cada vuelta exigente. La humedad es máxima y la temperatura ronda los 30ºC. En las redes sociales de los pilotos abundan imágenes recientes de sus entrenamientos en sauna o baño turco para simular el calor extremo. Para mitigarlo ligeramente se corre de noche, pero no se corrigen las seis horas de diferencia horaria con respecto a Europa así que el paddock vive durante una semana en condiciones vampíricas. Ese cóctel suele generar espectáculo en Marina Bay.