Flores entre Bagnaia y Quartararo antes de la última batalla
Los dos creen que los 23 puntos a favor de Pecco deberían darle el título al de Ducati, pero ninguno da nada por sentado en Valencia.
A los que les decepciona el buenrollismo reinante en la actual parrilla de MotoGP, mejor se abstengan de leer las siguientes líneas con las declaraciones de Francesco Bagnaia y Fabio Quartararo en vísperas de la batalla con la que se pone el cierre a la temporada 2022. El reparto de flores entre ambos en la rueda de prensa oficial con la que ha arrancado el GP de Valencia, reducida a ellos dos, con el trofeo de MotoGP entre medias y el hastag #TheDecider (#LaDecisión), hubiera sido impensable en los tiempos de Rossi contra quien fuera, o de Lorenzo o de Stoner o de muchos otros. Sin embargo, sí que quesó la impresión de que, aunque los 23 puntos con los que cuenta Pecco al frente de la general deberían darle el título este domingo, ninguno de los dos da por sentado todavía nada...
El resultado que El Diablo necesita para ser campeón, ganar y que el de Ducati sume como máximo el punto del decimoquinto, esa algo que ya se ha visto dos veces esta temporada, y él sonríe cuando se lo recuerdan: “¿Si creo en los milagros? Yo creo en mí. Los milagros ya los veremos, pero lo más importante es hacer lo mejor que pueda hacer. Al final, yo tengo mi objetivo, que es muy claro y es ganar. Veremos lo que hacen los demás, pero ganar es lo más importante. El milagro que necesito ya ha ocurrido otras veces, pero no quiero desear nada malo a Pecco. Este es un deporte mecánico y puede pasar de todo, con lo que es importante creer en uno mismo y en muchas ocasiones”.
Al preguntarle al italiano si llega a Valencia más relajado después de la victoria en Sepang, se mostró sincero al decir “la verdad es que no. Tenemos que seguir empujando igual, pero ser inteligentes porque estamos en una posición mejor que la de Fabio, pero tenemos que rematarlo”. A su favor juega que en el Ricardo Tormo ya ganó el año pasado, y lo tiene en mente: “Este circuito se me da muy bien y la moto es muy competitiva, pero ya sabemos que MotoGP es una caja de sorpresas y puede ocurrir muchas cosas”.
Lo que ha catapultado a Bagnaia a esta privilegiada posición es una enorme remontada que le hizo recuperar, tras su caída en Alemania, 91 puntos a Quartararo y meterle 23 más. La tiene muy presente: “Este año he tenido muchos altibajos en la primera mitad de temporada. Cometí errores con las caídas. Era competitivo, pero me caía. Empecé a entender por qué me caía y a partir de ahí di un paso adelante. En Japón pequé de ambicioso y afortunadamente allí no tiré a Fabio. En las últimas carreras he sido muy competitivo y en Malasia sabía que el objetivo principal era ganar para llegar con el mayor número de puntos aquí”.
Pecco contará este fin de semana con el apoyo de Valentino Rossi, que al fin se dejará ver en un GP. “Es algo fantástico que esté aquí y puede ser una gran ayuda para mí. Él conoce perfectamente esta situación, sabe cómo me siento y me ayudará desde la pista como si fuera un coach”, aseguraba antes de hablar de Quartararo: “Yo le diría que disfrute de esta carrera para tener una carrera justa y que es uno de los más grandes.
El de Duati conoce perfectamente a su rival y recuerda así sus primeros enfrentamientos mundialistas: “La primera vez fue en el 2015, en Moto3, en Qatar. Era su primera carrera en el Mundial y mi primera oportunidad de estar en el podio. Llegamos a la última vuelta segundo y tercero, y nos llegamos a tocar. Ninguno acabó en el podio. Después, cada vez que peleábamos en las categorías pequeñas siempre nos tocábamos”.
Y respecto a qué punto fuerte de Fabio le gustaría tener, contestó: “Creo que Fabio es uno de los mejores frenadores y luego también tiene una gran fortaleza mental, como se vio en Malasia o antes en Austria. Él está todavía compitiendo por el campeonato a pesar de que su moto es inferior a la Ducati. Era fácil perder la fe en el título y él la ha mantenido para llegar aquí. Su fortaleza mental es muy grande”.
Volviendo a Fabio, recalca su estrategia: “Solo puedo ganar la carrera y no tengo nada que perder. Intentaré dar mi máximo y aunque sé que no es la situación ideal para ganar el campeonato, sí que es una buena situación para afrontar una carrera. Pase lo que pase será un buen año en el que hemos aprendido muchas cosas”.
Su año lo resume así: “Antes de arrancar la temporada tuvimos malas noticias sobre la moto porque después de estar pidiendo más motor, éste no llegó. Así que no tuve un buen inicio de temporada, porque yo me estaba quejando mucho y no estaba del todo centrado. Tuve una buena primera parte de la temporada, y la segunda no estuvo mal, pero varios pilotos dieron un paso adelante y nosotros nos quedamos estancados. Además, cometimos algunos errores, pero en términos generales aprendes cuando tienes una temporada difícil como esta. Recabamos mucha experiencia que nos servirá para el futuro”.
A Bagnaia le dedica un piropazo: “Siempre hablamos de lo fuerte que es la Ducati pero él es quien siempre está ahí. Vamos a librar la última gran batalla de 2022″. Y sobre si recordaba la primera vez que se enfrentó a Pecco en el Mundial, él tampoco lo olvida: “Nos conocemos desde hace muchos años, pero él siempre estuvo una categoría por encima de mí. Mi primera carrera en el Mundial, en Qatar, yo iba como un loco. Y luego en Moto2, él era mucho más rápido que yo. Este año, después de Silverstone y aunque Aleix estaba mucho más cerca, se veía que Pecco iba súper rápido con la Ducati y que sería el hombre a batir. Me gusta su velocidad en general, la que ha llevado toda la temporada y lo hace parecer fácil. Tiene un potencial increíble porque lo ves en la tele y parece que va mucho más lento. Así que esa capacidad de ir rápido siempre y ese talento es lo que me gustaría tener de él”.