“El primero es más emotivo”
Aunque asegura que “la pelea por el campeonato de 2022 fue mejor y más valiosa”, el neerlandés no olvida su primera conquista en la F1.
Max Verstappen recogió en la gala de la FIA su título como campeón del mundo de F1, segundo entorchado que nada ha tenido que ver con el logrado en 2021. Aquel año el campeonato se decidió en la última vuelta de la última carrera en Abu Dhabi, un gran premio inolvidable y marcado por cierta polémica tras el accidente de Latifi y la gestión del coche de seguridad por Michael Masi que provocó el enfado de Lewis Hamilton y Mercedes.
En 2022 no hubo la emoción de la temporada anterior, las quince victorias del neerlandés dejaron el campeonato sentenciado en Japón, con cuatro carreras aún por disputarse. El dominio, a pesar de los dos abandonos (Bahréin y Australia) en las tres primeras carreras del curso, fue apabullante. Nada que ver un escenario con el otro, como el propio Verstappen reconoció en Bolonia. “El segundo título se siente muy diferente, y así es como debería ser. Porque has estado trabajando toda tu vida con el objetivo de convertirte en campeón mundial de Fórmula 1, por lo que ganar el primer título también es muy emotivo. Este año fue muy diferente al anterior”, explicó Mad Max.
Siguió Verstappen analizando la superioridad de 2022, año en el que título de constructores volvió a Red Bull y cerró el doblete de los energéticos: “Creo que fuimos más competitivos que en 2021 y fue más divertido por la forma en que trabajamos como equipo. Esta vez no solo ganamos el campeonato de pilotos sino también el de constructores. Y celebramos muchas victorias. Así que diría que esta pelea por el título fue mejor y más valiosa. Y realmente creo que este año, trabajando con todo el equipo, cada miembro del equipo ha sido muy, muy bueno. Desde ese lado, este año ha sido increíble. Pero el primer título siempre será el más emotivo”, finalizó el bicampeón del mundo.
Christian Horner, por su parte, dedicó la victoria del campeonato de constructores de Red Bull al fundador del equipo, Dietrich Mateschitz, quien falleció en octubre: “Me gustaría dedicar este campeonato, este trofeo, a un hombre muy especial, que ha hecho tanto por el automovilismo, tanto por la Fórmula 1. Era un fanático del automovilismo, por encima de todo”, dijo Horner, para añadir: “Le dio a tantos pilotos en la sala esta noche una oportunidad en tantas categorías. Le dio a miles de ingenieros, técnicos y mecánicos la misma oportunidad y creo que podría decirse que ha hecho más por el deporte del motor que cualquier otra persona en la historia. Y así esta noche, me gustaría dedicar esto a Dietrich Mateschitz. Afortunadamente, vio a Max ganar el campeonato en Japón...”.