De parche en el equipo de Pons a campeón del mundo
Augusto Fernández no llegó al Mundial por el camino convencional, pero pasa de sustituto de Barberá al título de Moto2 cuatro años después.
El camino de Augusto Fernández hasta el Mundial no fue el más convencional, el que consiste en ir quemando etapas desde las categorías pequeñas. El hijo de Sara Guerra, profesora de yoga, práctica que realiza junto a su madre desde este año, cuando peor le iban las cosas, antes de Francia, donde luego ganó, y Augusto Fernández, su asistente en las carreras, corrió con motos de media cilindrada desde el principio aunque antes, lógicamente, hizo dio sus primeros pasos con motos más pequeñas.
Fue a los seis años cuando su padre le compró su primera moto de motocross. Nacido en Madrid el 23 de agosto de 1997, a los dos meses pasó a vivir desde crío en Mallorca y allí pasó por la escuela de Chicho Lorenzo y comenzó a foguearse en la European Junior Cup a partir de 2013, con 15 años, al manillar de una Honda CBR 500R. Esa competición la ganó en 2014 y siguió creciendo en la European Superstock 600 en 2015, siendo rookie del año. En 2016 desaparece el campeonato y da un paso atrás para recalar en el campeonato de España de la misma categoría, que gana, y al mismo tiempo comienza a competir en el FIM CEV de Moto2, con rango de Europeo.
Llegó al Mundial por sorpresa y con la temporada de 2017 en marcha, en Italia. El equipo Speed Up es el que le da la primera oportunidad mundialista, como sustituto provisional de Axel Bassani y muestra tan buenas maneras desde el principio que completa el resto de la temporada, 13 carreras. Sin embargo, para 2018 no encuentra un sillín desde el que empezar el campeonato y regresa al Europeo de Moto2, siendo llamado de nuevo con la temporada de Moto2 en marcha, en el GP de Cataluña. Lo hace como parche en el equipo de Sito Pons, el FEXBOX HP40, como sustituto de Héctor Barberá, pero esta vez aprovecha la oportunidad, porque suma puntos de manera habitual y deja el sello en Australia con un fantástico cuarto puesto.
Ya en 2019 llega su explosión, con tres victorias, dos terceros y una pole, al punto de que se convierte en uno de los fichajes del año para 2020 al pagar el Marc VDS su cláusula para quitárselo al equipo de Pons, algo que se da pocas veces en este campeonato. Su paso por la estructura belga no fue tan bien como se esperaba y para este 2022 llegó al Red Bull KTM Ajo para compartir box con Pedro Acosta y suplir juntos al increíble tándem que formaron el año pasado Remy Gardner y Raúl Fernández, los dos primeros de la general del año pasado. La apuesta le ha salido bien a las dos partes y ahora se irá a MotoGP por la puerta grande, con un título de campeón que, además de gloria deportiva, le genera una alegría económica, porque estaba escrito que doblaba el sueldo si subía como campeón al Tech3 GASGAS, donde compartirá box desde el martes con Pol Espargaró.