Márquez: “Cada uno en pista tiene que ser egoísta”

Marc Márquez salvó la primera jornada del GP de Italia con un octavo puesto que le dio el acceso directo a la Q2. Antes de ello sufrió su sexta caída de la temporada, pero se rehizo y, a rueda de Maverick, logró entrar entre los diez primeros mientras que el de Aprilia no pasaba el corte. Todo ello en un cicuito de los que dice que sufre y en el que se da como objetivo real “acabar entre el quinto y el décimo”. Cualquiera se cree eso sabiendo cómo se las gasta.

-¿Cómo se las apaña para hacer una machada tras otra? Aquí, caída, regreso corriendo a box, vuelta a pista, enganchado a Maverick y paso directo a la Q2...

-(Sonríe). Bueno, es uno de mis puntos fuertes, el más fuerte de mi pilotaje y lo exprimo al máximo. Cuando estoy en tensión, hay pilotos que sufren cuando están detrás o están delante al ir cambiando de moto y yo tengo el punto de mi pilotaje que, cuando sufro tengo la capacidad de, a una vuelta, salvarlo. Cuando he llegado al box me gustaba el neumático duro de delante, como esta mañana, pero no estaba preparado y he tenido que poner el más blando de todos, porque era el que estaba preparado. Aún así, a una vuelta lo puedo salvar y ese es mi punto fuerte. Sí que es verdad que hay pilotos, porque he escuchado a Maverick en su entrevista, decir que no es bonito para el motociclismo... (se refiere a chupar rueda), pero es motociclismo y cada uno tiene sus puntos fuertes y cada uno los aprovecha de la mejor manera. Cada uno en pista tiene que ser egoísta y pensar en sí mismo.

-¿Entiende que otros pilotos se puedan enfadar porque coja su rueda?

-Sí, entiendo que se enfaden porque da rabia y cuando me lo hacían a mí en el pasado pues daba como impotencia. Me sabe mal que entre yo a la Q2 y Maverick se haya quedado fuera. Me hubiera gustado que Maverick hubiera entrado también, pero bueno, esto tampoco lo decidio yo. En la primera salida es verdad que lo he buscado, pues cuando salía de box salían ellos también, y en la segunda ha sido cambiar de moto, salir, y me lo he encontrado también. Ahí ha sido pura casualidad, porque si no es él habría buscado a otro, también lo digo, pero ha sido otra vez Maverick y sí, entiendo que se enfade.

-¿Cómo ha sido la caída?

-La caída ha sido culpa mía. He recortado demasiado por el piano en el interior buscando con neumático nuevo trazadas nuevas. A veces salen bien y a veces, mal. En este caso he recortado demasiado por el piano y los baches, cuando más para dentro del piano vas, más grandes son y al ser más grandes se me ha cerrado de delante. Ha habido un momento que no sabía si la salvaba o no y he tenido un pensamiento rápido, porque son milésimas de segundo. He pensado: ‘si se salva y levanto la moto me voy contra el muro’. Entonces me he dejado caer. Patinas y haces ‘crash’ con la moto.

-Otros pilotos alucinan con la capacidad que tiene para hacer girar la moto y también de lo loco que está, según ellos y en el buen sentido, del valor que le echa ¿Cómo valora estas palabras?

-(Sonríe). Es instinto. Estoy agradecido de que vean que un poco y valoren tus habilidades, pero también tendré puntos débiles, pues ese instinto de tirar en Le Mans me jugó una mala pasada cuando tenía un cuarto aseguradísimo. Y al final, ni cuarto ni segundo, al suelo. Hay puntos débiles en este estilo, pero es de instinto y es mi mentalidad natural, no es que lo fuerce, no es que... Cuando voy a entrenar siempre pienso: ‘Bueno va, no toca tanto, menos, menos’. Y es que mi instinto es ir al punto, a la línea roja siempre.