Bagnaia lidera el repóker Ducati
El líder vuelve a dejar atrás con victoria el cero de la cita anterior y cruza la meta por delante de Bez, Martín, Zarco y Marini. Miller, sin sanción, estropeó la carrera de Márquez, séptimo.
Festival Ducati en el esprint del GP de Italia como aperitivo del que puede darse en la carrera del domingo. Bagnaia ha liderado un espectacular repóker de la casa de Borgo Panigale en uno de sus circuitos de casa, el de Mugello, al cruzar la meta con 0.369 de ventaja sobre Bezzecchi, al que le han seguido a medio segundo Martín y Zarco, con Marini ya a tres segundos y medio de la cabeza. Por cierto, es alucinante la capacidad que tiene Pecco de dejar atrás con victoria ceros de citas anteriores. Chapeau.
La primera moto diferente a una Ducati en cruzar la meta fue la KTM de un Miller que arruinó la carrera de Márquez, que fue séptimo tras el australiano, el mismo que no recibió sanción alguna por pasarle muy colado en la cuarta vuelta (curva 10, Scarperia), obligarle a abrir la trazada y caer de la tercera plaza que ocupaba en esos momentos a la séptima de la que ya no se movería. Una más a añadir a la lista de sinsentidos que viene acumulando el Panel de Comisarios, porque a Binder, por menos, le castigaron con una vuelta larga, y le chafaron su carrera (undécimo al final). De poco consuelo le valdrá al ganador de dos sprints (Argentina y Jerez) esta temporada de haber establecido un nuevo récord de velocidad punta, al poner su KTM a 366.1 km/h.
Al surafricano se le sancionó por una maniobra que dio con Álex Márquez en el suelo tras la salida, en la primera curva. En las carreras de motos de toda la vida eso no habría sido sancionable, porque el de KTM entra como puede en medio del pelotón y el catalán se encuentra con él cuando quiere dar la curva, después de abrirse por movérsele la moto en la frenada, y se va al suelo. Lance de carrera a todas luces, sobre todo si se entiende como tal la maniobra de Miller con Márquez en la tercera vuelta. No hay quien entienda al Panel de Comisarios...
La carrera estuvo a punto de ser otra muy distinta si la amenaza de lluvia hubiera cuajado, pero todo quedó en unas pocas gotas en la segunda vuelta que hicieron que se abriera el pit lane para el cambio de moto, lo que nadie llegó a hacer. Ese chispeo hizo que Pecco, que había partido desde la pole y se había puesto en cabeza a la salida del primer viraje por delante de Márquez, se lo tomara con un poco más de calma y permitiera que Martín liderara durante un par de vueltas.
Pareció por un instante que el madrileño podría intentar la escapada, pero el vigente campeón volvió al liderato hasta la cuarta vuelta y ya no lo soltó más. Martín, por su parte, cedió una plaza más ante el empuje de Bez, pero supo contener a su compañero Zarco, del que le separaron en la meta nada más que 57 milésimas.
Los que cerraron las posiciones de puntos fueron Aleix y Bastianini, quedándose a las puertas un Quartararo que no es capaz con esta Yamaha de sacar todo el potencial que lleva dentro. Bagnaia, que ha sumado su tercera victoria al sprint del año, sucedió al francés en un trono que ahora mismo le queda lejanísimo, lo mismo que a Mir, que fue el campeón de 2020 y que acumula ya 12 caídas con la Honda. La última, la de ayer, le ha hecho perderse el fin de semana italiano por una pequeña fractura en el dedo meñique de la mano derecha. Como se ve, un drama de año para dos de los tres últimos campeones, una maldición de la que se libra Pecco, líder ahora con seis puntos de ventaja sobre Bezzecchi.
Mañana más, la hora de la verdad, y previsiblemente con Rins causando baja. Una caída en la curva 8 de la cuarta vuelta, cuando iba duodécimo, le mandó en helicóptero a un hospital de Florencia con posible fractura en la pierna derecha. Se habla de tibia y peroné, pero aún está por confirmarse el diagnóstico.