Fernando Alonso, resignado, fue 17º en el GP de Australia. Llegó a rodar cuarto, antes de parar en boxes, porque optó por empezar con los neumáticos duros para así retrasar su cambio de ruedas. Pero el coche de seguridad le hizo perder su ventaja en pista y el virtual safety car a veinte vueltas del final le obligó a parar y salir detrás de un tren de coches con DRS, imposible luchar. El asturiano habló con los medios presentes en Albert Park tras la carrera.

"No tengo palabras, sinceramente, es difícil aceptar que todo ha salido mal hasta ahora. Pero bueno, son tres carreras y quedan veinte, la suerte se compensará antes o después en estas 23 carreras y otro día tendremos suerte nosotros. Pero sí, perdimos un sexto garantizado en Arabia Saudí, aquí antes del coche de seguridad apuntábamos al sexto o séptimo antes del coche de seguridad. Y luego, si tenemos en cuenta lo que pasó en clasificación, el podio era fácil teniendo en cuenta que Max quedó fuera. Con George en el podio, creo que éramos bastante más rápidos que Mercedes en este circuito. Perdimos una oportunidad", dice Alonso, 14º del Mundial con solo dos puntos a pesar de las buenas sensaciones con el Alpine.

"El ritmo era bueno, empecé con el duro con la estrategia opuesta. Cuando el medio empezó a sufrir, apreté y el coche se sentía bien. El sexto o séptimo eran posibles. La estrategia ideal era un duro-medio, parando en la vuelta 42 o algo así, pero el coche de seguridad en la vuelta 24 reagrupó el pelotón y adiós estrategia", comentó a AS. "Era díficil, pero cuando salimos del coche de seguridad había cuatro coches delante con DRS. Si están de uno en uno los adelantas, pero así... es duro, pero es lo que hay, no podemos mirar atrás. Ímola será otra oportunidad", resumió sobre la carrera.