Jorge Lorenzo regresa al Mundial como comentarista

Primero vivió su etapa como piloto, después como campeón y ahora, tras un año de tregua, Jorge Lorenzo regresará al Mundial para analizar en 'DAZN' todo lo que ocurra en torno a un campeonato en el que tiene "mucha experiencia". El balear asegura que afronta esta nueva aventura "con humildad", pero al mismo tiempo se muestra convencido de cuajar un buen papel gracias a toda la experiencia que le han aportado sus 18 temporadas en el campeonato: "Es algo nuevo para mí, tengo mucho que aprender, pero tengo mucha experiencia en lo que voy a hablar y puedo aportar mucho al público".

Su llegada al equipo de Ernest Riveras, Izaskun Ruiz, Natacha Alfageme, Carlos Pérez, Ricard Jové y Juan Martínez, donde compartirá labor con otros dos campeones como Álex Crivillé (en 500cc y 125cc en 1999 y 1989 respectivamente) y Carlos Checa (en SBK 2011) para sumar un total de ocho títulos en los micrófonos de la plataforma, es un proceso natural después de la retirada: "Después de dejar las motos decidí tener una vida más tranquila. Me lo he pasado y me lo pasaré muy bien, pero tengo muchas ganas y es algo que tenía que suceder".

El debut del español será en Qatar (el próximo 6 de marzo), durante la cita inaugural de una temporada en la que para Jorge "tiene que ser Quartararo el favorito por la proximidad de ser campeón". El pentacampeón ve el campeonato muy abierto ya que "desde que Marc (Márquez) se lesionó no hay un claro favorito", pero tras seguir su regreso está convencido de que sigue "en plena forma física" para librar una lucha entre la que destaca también a Ducati: "Tarde o temprano ganará. Este año les puede tocar a ellos".

Todo su análisis se cimienta en una trayectoria que cerró "en las tres grandes marcas (Yamaha, Ducati y Honda)". "Puedo aportar mucha frescura técnica, conozco las motos a la perfección y a las personas que trabajan ahí, sobre todo a los ingenieros, que es importante para aportar cuestiones técnicas". Además, como valor añadido, Lorenzo destaca su capacidad a la hora de saber "lo que puede ir bien en cualquier circunstancia" tras haber conocido "las cosas dulces, las agridulces y las agrias de cada momento".

De todas esas vivencias, en la actualidad lo que más echa de menos "es ganar, pero como no sabía hacer las cosas a medias, siempre lo quería todo perfecto, vivía por y para las motos, siempre quería mejorar y pensaba '¿cómo puedo hacer esto mejor?'. Todo el día estaba pensando. Entonces, eso, al final, prácticamente no era vida", reconce el balear, sobre el punto de inflexión que le llevó a parar tras un año complicado en Honda que supuso el fin de su carrera deportiva, pero no, su relación con un Mundial en el que afronta un nuevo reto.