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F1 (ARABIA) | SAINZ

"En realidad son seis curvas"

Carlos Sainz desgrana el rapidísimo circuito de Yeda, la última locura de la F1. "Espero que sea una carrera divertida, pero segura".

Yedah
Carlos Sainz (Ferrari). Yeda, Arabia Saudí. F1 2021.
Scuderia Ferrari Press Office

Un enjambre de trabajadores coloca adoquines en la zona que queda por dentro del circuito. Los cables de cronometraje y dirección de carrera están al aire por el vial. Otro grupo monta los toldos que protegerán del sol a los comisarios de pista. Varias decenas de operarios transitan por las instalaciones del ‘Paddock Club’ con chalecos reflectantes. Cuando cae la noche, la extensa lista de retoques pendientes pasa desapercibida. Fuera, el circuito urbano de Yeda está en pañales. Dentro, en el asfalto, está todo listo para un GP de Arabia Saudí que genera máxima expectación porque, entre otras cosas, hay un título en juego.

El trazado es único, se autopromociona como “el urbano más rápido del mundo” y un breve paseo por sus seis kilómetros de cuerda basta para confirmar por qué: es un encadenado de rectas y curvas a fondo, a lo largo de la cornisa del mar Rojo. Sobre el papel, 26 virajes. "En realidad son seis. O siete, máximo", zanja Carlos Sainz, a AS, en referencia al número real de frenadas por vuelta. ¿Para Ferrari? "Difícil. Curvas de alta velocidad y muchas rectas, mucho tiempo a fondo. Hay motores que pasarán el 80% de la vuelta con el pie a fondo".

El madrileño confiesa que se estudió las vueltas del coche de seguridad en el test habitual de los jueves: “Cuando no hay nada más… normalmente hay vueltas, aunque sea de otra categoría, pero aquí no hay nada”. En su análisis particular: "Habrá que darle una vuelta antes de juzgarla. Pero en el simulador, y en las vueltas que vi del coche de seguridad, parece una pista complicada para el piloto. También para dirección de carrera, porque si hay un accidente, a más de 200 kilómetros por hora y con los muros, no lo vamos a ver si lo tenemos tres segundos por delante. Es un circuito muy diferente así que espero que la carrera sea divertida, pero segura".

"El asfalto está sucio pero nuevo, y normalmente eso quiere decir que tiene bastante agarre", comenta. En urbanos, el Ferrari brilló este año con dos poles de Leclerc en Mónaco y Bakú y un podio de Carlos en el Principado. "A una vuelta, es bueno calentar bien la rueda. En carrera es diferente", opina. En cualquier caso, no se puede dar ningún resultado por supuesto cuando no hay referencias: "Si hay un circuito en el que pueden pasar cosas, y fallar los de arriba, es este".

Expectación en torno al circuito

Los corrillos de ‘paddock’ dejan otros comentarios, hay voces autorizadas que argumentan que es "demasiado peligroso" promediar 250 kilómetros por hora entre muros de hormigón o barreras Tec-pro. La pericia de los comisarios de pista, novatos en apariencia, tampoco genera excesiva confianza en un circuito que requerirá de máxima precisión por su parte para que un accidente no se convierta, mientras uno parpadea, en un incidente múltiple. Por lo demás, todo lo que rodea al evento parece extraño a los ojos occidentales. Arabia Saudí quiere mostrar al mundo otra cara, por eso organiza el Dakar desde 2020, albergó la Supercopa de España de fútbol y es un fijo de la Fórmula E. A 80 kilómetros de La Meca, la Fórmula 1 del glamour, los lujos y la exclusividad aterriza ahora en uno de esos lugares que hasta hace un par de años parecía inimaginable, a cambio de un acuerdo comercial cuyas cifras no han trascendido. No hace falta.