La 'artillería' que va a pilotar Carlos Sainz en Cibeles
Desde el Seat Panda de sus inicios hasta el Audi RS Q e-tron del próximo Dakar, mañana en el Red Bull Showrun hará derrapar modelos míticos de competición.
La bufanda blanca que la engalana cuando triunfa el Real Madrid deja paso a la nube de humo que desprenden los neumáticos al derrapar. Cibeles, la diosa con la que los madridistas celebran sus títulos, recibe mañana a las 12 del mediodía a uno de los merengues más ilustres, que va a deleitar a sus fans con toda una artillería de competición. Carlos Sainz toma el centro de Madrid al volante de algunos de los coches de su carrera y otras versiones míticas de su nueva marca, Audi.
Desde el Seat Panda de sus inicios hasta el Audi RS Q e-tron con el que competirá en el próximo Dakar, el Red Bull Showrun será un repaso a la historia de la competición de la mano del piloto más legendario de los rallys y el Dakar. El Toyota Celica con el que logró sus primeros triunfos y el primer título mundial o los bestiales Audi Quattro S1 y el Audi S1 del Mundial de Rallycross también estarán en la fiesta de estreno de la docuserie de Amazon Prime Vídeo Vivir para competir, que sale a la luz el 2 de diciembre.
Servirá también como homenaje a una leyenda eterna del deporte, un hombre que ha logrado dos títulos mundiales de rallys y tres victorias en el Dakar, Premio Princesa de Asturias del Deporte y elegido mejor piloto de la historia por los aficionados de todo el mundo. Y, para celebrarlo, pilotará estas joyas de la competición ante sus paisanos en un circuito ubicado entre Cibeles y Colón.
Seat Panda Grupo 2
El triunfo en la Copa Nacional Seat Panda en 1981 le permitió pilotar al año siguiente el Panda Grupo 2, su primer coche oficial. Segunda temporada en activo y ya era piloto de una marca, que le dio la oportunidad de competir con este pequeño utilitario convertido en coche de carreras. Con tan sólo 65 caballos de potencia, sirvió para que un joven Sainz empezara a mandar esos ‘mensajes’ de los que a él le gusta hablar. Cuando aparecía la niebla, o en las bajadas de los puertos se permitía el lujo de ganar a pilotos consagrados al volante de mecánicas mucho más potentes.
Audi Quattro S1
Vehículo mítico de la era de los Grupo B, el Audi Quattro S1 será a buen seguro uno de los modelos que más ilusión hará a Sainz pilotar, algo que ya hizo en la Carrera de Campeones disputada en Barcelona en 1990. Con sus 600 caballos de potencia, aquella generación de vehículos marcó una era irrepetible en el Mundial de Rallys y permitirá al madrileño disfrutar y hacer disfrutar al público. Era el coche que pilotaban nombres de la talla de Stig Blomqvist (el ídolo de juventud de Carlos), Walter Rohrl o Hannu Mikkola, otros campeones del mundo de rallys, en 1986.
Toyota Celica GT Four
Si hay un coche que ha marcado la carrera de Sainz ha sido el Toyota GT Four. Con él hizo sus primeras temporadas completas en el Mundial, logró sus primeros podios, sus primeras victorias y su primer título. Se trata de la unidad de su propiedad, que habitualmente se ubica en su Karting Indoor en la Ermita del Santo, que le regaló Ove Andersson cuando se coronó campeón en 1990. Con este coche Carlos ganó en 1990 el título y 4 rallys (Acrópolis, Nueva Zelanda, Finlandia y RAC) y 5 en 1991 (Montecarlo, Portugal, Córcega, Nueva Zelanda y Argentina).
Audi S1 WRX
Es el menos conocido, pero probablemente será el vehículo con el que Sainz haga disfrutar más al respetable en Cibeles. Con sus 600 caballos y un peso muy reducido, es una ‘bestia’ que asombrará por sus impresionantes aceleraciones de 0 a 100 kilómetros por hora en 1,9 segundos y su enorme agilidad. Se trata de la unidad con la que compite habitualmente Johan Kristofferson, triple campeón del mundo de la especialidad, un aparato que en manos de Carlos va ha hacer temblar el asfalto del Paseo de Recoletos con su potencia, efectividad y el rugido de su motor.
Audi RS Q e-tron
Tras el repaso a la historia del automovilismo entramos en el futuro. El Audi RS Q e-tron será el arma con la que el próximo mes de enero Sainz intente el asalto a su cuarta victoria en el Dakar. Combina un motor de combustión procedente del DTM que produce la electricidad que impulsa a este impresionante prototipo con el que Carlos se ha quedado asombrado en las dunas por su efectividad. Un aparato con 680 caballos de potencia con el que la firma de los cuatro aros quiere conquistar un nuevo reto tras los que ya ha logrado en los rallys o las 24 Horas de Le Mans