Raúl estuvo a punto de romper con KTM y quedarse en Moto2

Tiene mérito, mucho mérito, el temporadón que ha firmado Raúl Ferández en Moto2. Siete victorias y siete poles en su año de debut, luchando por el Mundial hasta la última carrera con Remy Gardner y en conflicto con KTM, porque él hubiera preferido dar el salto a MotoGP con Yamaha y la fábrica austriaca hizo valer el contrato que tenía, al tiempo que, fruto del enfado por sus coqueteos con la casa de los diapasones, que le quería en el equipo satélite, dejó a su hermano, Pitito, sin moto en un principio para la temporada próxima. Todo eso llevó al de San Martín de la Vega a estar a punto de romper con KTM y quedarse en Moto2, enrolado en el nuevo equipo Yamaha VR46 Master Camp, pero al final se recondujeron las cosas con KTM, debutará en 2022 en MotoGP en el Tech 3 KTM y su hernano correrá con el Tech 3 KTM de Moto3, compartiendo box con Dennis Öncü.

"Estuvo cerrado que Raúl fuera a correr al Yamaha VR46 Master Camp, pero al final Yamaha se echó atrás para evitar conflictos con KTM", le asegura a este diario una fuente perfectamente informada de esta historia. La tensión que ha soportado Raúl estos meses ha debido ser enorme y ahora se entiende aún mejor que haya optado por trabajar con psicólogo esta temporada y también las declaraciones enigmáticas que hacía ayer en el Ricardo Tormo. Fue al pedirle que hiciera un balance de su primera y única temporada en Moto2: "Creo que es una nota alta, pero a la vez hay cosas por las que realmente no he llegado a disfrutar del año. Por X razones ha habido momentos que han sido muy duros y realmente no hemos tenido a nadie detrás para ayudarnos. Hay cosas en las que si nos hubieran dado más apoyo durante el año a mi equipo, creo que lo podríamos haber hecho mejor o haber disfrutado más. Mejor creo que es difícil, pero si hubiéramos tenido una mano que nos hubiera arropado, creo que lo hubiéramos hecho un poco mejor".