Anatomía de una genialidad

En una Fórmula 1 frenética, política, con intensas rivalidades entre pilotos y fabricantes, pocas veces hay tiempo suficiente para hablar, sencillamente, de las genialidades de los protagonistas. Verstappen adelantó a los dos Mercedes en la salida del GP de México y a partir de ahí construyó una victoria que le sitúa 18 puntos por delante de Hamilton en la clasificación del Mundial con sólo cuatro carreras por delante. La maniobra da para hablar largo y tendido.

Toto Wolff, jefe de Mercedes, se apresuró a decir que Bottas debió defender mejor la parte izquierda de la trazada. "Si hubiera estado más a la izquierda, no le habría pasado", zanjó. El finlandés defendía la pole y se cerró por el centro con Hamilton por la derecha. Pero Max encontró un hueco en el exterior. Que era, en efecto, la zona más limpia del asfalto.

El neerlandés explicó su planteamiento: "No puedes entrenar algo así, porque no sabes si estarás en la izquierda, centro o derecha de la pista. Pero yo iba por fuera y por la línea de carrera, así que sabía exactamente dónde tenía que frenar. Es difícil, el coche que va por dentro está en la zona sucia, porque nunca se pasa por ahí, así que sus frenadas sabía que serían más al límite. Si alguien frenaba más tarde que yo se saldría de la pista. Fui a por ello y funcionó".

"Pensaba que Valtteri estaba haciendo lo mismo, pero..."

Hamilton también echa la culpa, de alguna forma, a Bottas: "Lo visualicé de forma diferente. Si Valtteri hubiera tenido una mejor salida, yo habría tratado de tomar su rebufo. Estaba cubriendo el interior para tratar de mantener detrás a cualquier Red Bull del retrovisor y pensaba que Valtteri estaría haciendo lo mismo. Pero obviamente dejó la puerta abierta para Max y Max estaba en la línea de carrera, así que hizo un mega trabajo frenando en la curva uno. Yo iba por dentro, por lo sucio, no había esperanzas para mí".