Acosta se acuerda también de Schwantz en plena celebración
"No sé qué dirá Kevin de esto, pero me acuerdo de él, porque los vídeos de sus carreras fueron una inspiración para mí", asegura a AS el nuevo campeón de Moto3.
Dicho está ya que Pedro Acosta padre era un enamorado de Kevin Schwantz y que le transmitió a su hijo esa pasión desde que empezó a ir en moto a los cinco años. Adquirió su célebre dorsal 34 como el suyo camino del Mundial, donde ha corrido en su primer año, el de su primer título, con el 37, y en plena celebración aún por el paddock de Portimao, antes de llegar a su Mazarrón natal, hablaba para AS de la inspiración que para él había sido el Pajarito.
"No sé qué dirá Kevin Schwantz, pero me acuerdo de él en un momento así, de la inspiración que sus vídeos fueron para mí. En Austin me dejó claro que, lo que tenía que ganar, ya lo había ganado y que desde allí lo que tenía que hacer era gestionar el campeonato. Desde aquello, volví a hacer un podio, a ganar una carrera y a ganar el título. Buenos consejos me dio. El número 34 de Schwantz me ha inspirado y acompañado desde el principio de mi carrera", aseguraba el nuevo campeón de Moto3, proclamado con tan sólo 17 años y 166 días.
Su padre, recuerda henchido de satisfacción cuando se llevó a su hijo "hace unos años al circuito de Jerez, a la reunión de leyendas que hubo, para poder enseñarle en persona a Kevin Schwantz, que estuvo muy cariñoso con él y le firmó el casco". Para el Peretujo, "era divertidísimo ver a Schwantz en acción, por su manera de correr, siempre valiente, frenando como nadie, derrapando, dando espectáculo en cada momento. Yo todo eso se lo he puesto a Pedro en vídeos de Youtube desde pequeño y le gustaba tanto como a mí, lo que es una satisfacción".
En la visita de hace un mes y medio del Mundial a Austin, Kevin y Acosta pasaron un rato juntos y seguro que también el texano ha disfrutado de este título de uno de sus fans más especiales.