Acosta: "El boom a mi alrededor nadie todavía lo ha asumido"
"Solo puedo dar las gracias a KTM, al comienzo de la temporada no tenía equipo y ellos me han dado una familia", dijo el murciano recién coronado campeón.
Pedro Acosta estaba tan feliz como extasiado al término de la carrera de Portimao 2 de Moto3, la que le ha proclamado campeón del mundo con sólo 17 años y 166 días. Así se expresó en la rueda de prensa posterior a la prueba.
-Felicidades por el título. ¿Cómo se siente?
-Desde el viernes ya dije que aquí podía ser, porque con el cambio que hicimos en Misano me sentí muy cómodo, volví a recuperar ese feeling en las frenadas que habíamos perdido en un punto del año. Si había un circuito para hacerlo era éste. Ayer no se vio muy reflejado cómo había ido, porque nosotros estábamos trabajando buscando el ritmo y creo que hoy se ha demostrado. Saliendo desde atrás, hemos llegado rápido. No podía haber imaginado un día mejor.
-¿Cómo ha sido esta vuelta de honor?
-No he pensado en nada. Solo he llorado. Ahora mismo no siento nada, estoy un poco en shock. La última vuelta he sacado todo fuera y he pensado cómo ha sido este último año. Hace menos de un año me quedé sin equipo, eso la gente no lo ve. Pero Aki y Red Bull no me dieron un equipo, me dieron una familia que ha confiado en mí desde que me subí a esta moto. Y han confiado desde que empecé a ganar, cuando no iba bien a mitad de año y nunca han perdido la sonrisa. Por eso creo que este campeonato no lo he ganado yo solo, lo hemos ganado todo el equipo, porque yo sin ellos no soy nada. Lo ha ganado todo el círculo que me acompaña día a día para dar ese extra más, para estar ahí, para no perder la concentración.
-¿A quién se lo dedica?
-Se lo dedico a todo el equipo, a mi círculo más cercano, mi familia, los dos o tres amigos más cercanos que tengo, mi grupo de la Rookies Cup, mi equipo del año pasado en el FIM CEV, porque al final todos ellos me ayudaron a venir aquí, porque sin ellos seguramente yo ahora no estaría aquí. Es para ellos y para todo el mundo que ha creído en mí en los malos momentos, que no han sido pocos. Porque el año ha tenido subidas y bajadas, hubo un momento que me costaba mucho con la espalda y ahora toca descansar, viene Valencia y ya a pensar en el próximo año.
-¿Cómo se ha sobrepuesto de los momentos malos y qué le han enseñado?
-Ha habido muy buenos momentos este año, pero también los ha habido malos. No es tanto las caídas o salir atrás, ha sido más problemas físicos por haber crecido este año. Pasé la noche en el hospital de Assen pero estábamos fuertes. La caída de Austin también fue fuerte, pero me levanté rápido. Al final pasan las cosas tan rápido que no nos damos cuenta. Ha sido el año que más he ganado, como persona he crecido mucho, como piloto también, pero creo que me ha ayudado más dar un pasito mental y centrarme en mi trabajo. Por eso hoy estoy tan pesado dando las gracias a mi equipo. Ellos nunca han perdido la sonrisa, me han ayudado a sobreponerme, aunque fuera un fin de semana mal. Todo ha sido una consecución de cosas.
-¿Cómo ha asimilado ese boom de este año?
-No he tenido que asimilar mucho porque fue un boom tan grande que nunca lo llegué a asimilar. El boom que se generó a mí alrededor creo que nadie todavía lo ha asumido. Fue como cuando Alonso fue a la Fórmula 1. Había que abstraerse de todo, hacer lo único que sabemos hacer. He crecido mucho como persona porque he tenido la suerte desde pequeño de tener a mi alrededor gente que me diga clara las cosas, que me diga cuando lo hago mal. Y luego, verme tan pequeño aquí, correr con gente mucho más mayor y con más experiencia. Tener que dar ese paso antes que si me hubiera quedado en el FIM CEV, o tonterías como estar todo el invierno fuera de casa, pasarlo en casa de Paco (Mármol), creo que me han ayudado a dar ese paso.
-¿Qué espera de la Moto2?
-No espero nada. Tengo muchas ganas de hacer el test. Creo que por tamaño y conducción nos puede ir mejor. Tengo muchas ganas, pero no espero nada.
-¿Qué le hace tan especial comparado con otros jóvenes talentos? ¿Su agresividad?
-Agresivo sí que soy, pero no creo que sea muy diferente a los demás. Cada uno tiene su método, su gente alrededor, pero una de las cosas que me ha ayudado a crecer este año ha sido la gente que no ha dejado que se me fueran los pies del suelo. Lo que me tenían que decir claro me lo han dicho. Y tener a alguien como Paco, que me tiene como un hijo desde los cinco años. Y que esté todos los días ahí… y entre comillas, me esté “puteando” todos los días entrenando. Porque todo no puede ser de color de rosas, es como me decía, ‘prefiero que lo pases mal aquí, que te lesiones, que sufras, pero que después vayas preparado a las carreras’. Es el año que más he ganado en lo deportivo y en lo personal, pero también es el año en el que más daño me he hecho y me ha compensado todo. Me han compensado las carreras de Assen y de Austin, el rajarme los labios todos los días entrenando, el acabar vomitando... Me ha compensado todo y es clave tener a alguien al lado que te digas las cosas claras. Lo bueno y lo malo.
Antes, en la señal internacional de televisión, había dicho esto: "No puedo decir mucho. Me he pasado la última vuelta llorando. Solo puedo dar las gracias a todo el equipo, a Aki, a KTM a Red Bull, porque al comienzo de la temporada no tenía equipo y ellos me han dado una familia. No tengo mucho más que añadir, lo único que puedo es dar las gracias a todos aquellos que cada día me han enviado un mensaje de ánimo, para que creyese en mí mismo. A todas aquellas personas que desde la sombra me están apoyando cada día, mi padre, mi madre, mi familia, a todo el mundo. Este campeonato va dedicado a ellos, son los que han hecho esto posible, que yo haya podido ganar este campeonato hoy".