Paolo Simoncelli: "Acosta tiene el hambre que tenía Marco"

Suele decirse que el tiempo lo cura todo, pero eso no siempre es verdad. Ahora que estamos a poco más de un mes de que se cumpla el décimo aniversario de la trágica muerte de Marco Simoncelli, para su padre, Paolo, ni para nadie de su familia, esa herida no se cierra y sigue doliendo, pero conviven mejor con ella. En realidad, el progenitor, que sigue en el Mundial al frente de un equipo de Moto3, siempre ha sido un ejemplo de fortaleza y ha transmitido fuerza y ánimos a los demás, desde el primer día, desde aquel infausto 23 de ocubre de 2011 en el que SuperSic perdiera la vida fruto de un accidente en la carrera de Sepang. Ahora, en Misano, en el circuito que lleva el nombre de su hijo, volver a charlar con él en su placer mientras pasan las horas en el GP de San Marino.

-En el pasillo que sale de la sala de prensa hacia Dirección de Carrera, hay un montón de fotos de Marco y, sabe una cosa, ya me da alegría verlas en vez de generarme tristeza como sucedía tiempo atrás.

-(Sonríe). Dices bien. Ver fotos de Marco corriendo aquí me hace sentirme bien. Queda tristeza, pero es bonito y me gusta.

-Esa tristeza es eterna, ¿no?

-Es eterna, sí.

-¿Empieza a sentir que pesan más los buenos recuerdos?

-Sí, porque lo veo cuando doy vueltas, por cómo me trata la gente. Todos me quieren saludar y hacerse una foto, porque se la querrían hacer con Marco. Me transmiten tanto afecto... Han pasado ya diez años y permanece con el paso del tiempo.

-La adoración por Marco también es eterna.

-Es cierto.

-Está al nivel de una leyenda del rock.

-Pues sí. Estos meses ha estado hasta arriba de visitantes en la galería de Marco en Coriano y van como 20.000 visitantes al año. Y se vende más merchandising de él que de muchos pilotos que están corriendo. (Se ríe).

-Cómo diría él, ¡boh!

-¡Boh! (Más risas).

-¿Qué tal va su equipo? Me ha sorprendido el fichaje de Fellon.

-Fellon tiene hambre, como Acosta, que se le ve quiere morder. Con Suzuki queríamos vencer el Mundial este año y no ha podido ser. El año que viene se irá al equipo Leopard y aún no sé quién vendrá en su lugar. Quiero un piloto joven.

-¿Se mantiene la buena relación con Suzuki a pesar de su marcha?

-Sí, sí, pero era mejor separar nuestros caminos.

-Ha mencionado a Acosta. Yo estoy enamorado de él.

-Y yo. Mira, Suzuki pilota mucho mejor que Acosta, pero Acosta tiene hambre. Su padre es pescador. La diferencia está ahí. Eso lo explica todo. Es una cosa que se lleva dentro. Me has enseñado al venir una foto de Marco, la de 'un día seré campeón del mundo', que es algo que escribió con nueve años. Pues eso...

-¿Le recuerda en algo Acosta a Marco?

-No, aunque sí tienen en común el hambre por ganar. Marco quería ganar todo. La diferencia entre Marco y los pilotos de ahora es que él quería ganar en todas las categorías y los de ahora lo que quieren es correr en MotoGP. Eso me da rabia. ¿Por qué tienen tanta prisa? Acosta tiene el hambre justa, aunque Suzuki pilota mejor para mí.

-¿Qué me dice del Mundial?

-Que a Márquez le han disparado en el pecho. Es una locura que le dejaran subirse a una moto de 200 caballos de potencia sólo tres días después de operarse.

-¿Cómo le ve ahora?

-Yo soy un enamorado de Márquez. A él, cuando era pequeño, también le gustaba Marco. Espero que vuelva a estar a tope porque me da placer verlo correr. Espero que vuelva a ser el de antes.

-¿Qué tal con Rossi?

-Bien, normal. No nos vemos mucho, pero nos abrazamos cuando nos vemos.

-¿Qué le parece su despedida?

-Que ha esperado un año de más. Es imposible hablar mal de Vale, pero me duele verle rodar último o penúltimo. No me gusta por él y no es justo para él.

-Pero lo lleva con dignidad.

-Sí, pero desde que ha dicho que se retiraba ha cambiado. Está más relajado y tranquilo. Eso pasa con todos.