Pol: "Todo tiene arreglo, pero no tengo mucho tiempo"

-Hace muchos años, en 2011, en este circuito le hice una entrevista a un piloto de Moto2 que estaba súper frustrado y casi con ganas de colgar el mono.

-Pues sí.

-Aquello fue casi más una terapia de psicólogo para intentar que se viniera arriba que una entrevista puramente periodística…

-Es que fue una temporada de mierda. (Se ríe). He intentado borrar de mi cabeza todo lo malo de aquel año, menos las últimas carreras.

-Mucho tiempo después vuelvo a entrevistarle aquí. La situación no es tan mala como entonces, ni mucho menos, pero sus resultados en el Repsol Honda no están tampoco acordes de lo esperado. ¿Qué diferencia hay entre el Pol de ahora y el de entonces?

-Hay diez años de experiencia, que es muchísimo, porque en MotoGP lo que más pesa es la experiencia. Entonces tenía más ganas de las que tengo ahora, en el sentido de que, cuando eres más joven, tienes más ganas, pero descontroladas. Es cierto que ha cambiado muchísimo todo y, sobre todo, la manera de enfocar las cosas cuando van mal como ahora, que soy menos extremista. Pienso más las cosas y soy menos impulsivo. Me importa saber el porqué de las cosas mientras que antes era: “Pues lo dejo y ya está”. Ahora intento arreglarlo.

-¿Tiene arreglo lo suyo en Honda?

-Sí, claro que sí.

-La pole de Silverstone es la mejor prueba de ello, ¿no?

-Sí, y todo en esta vida tiene arreglo. Puede costar más o menos, pero tiene arreglo. La cuestión es el tiempo que tenemos para arreglarlo. No dispongo de mucho tiempo. Es cierto que este año las cosas no están saliendo, aunque hay circuitos en los que las cosas sí salen y esto me confunde aún más, y me da rabia, porque en ciertas condiciones soy rápido con esta moto y en otras no.

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-¿En cuáles es más rápido?

-Cuando hay más agarre. Ahí soy muy rápido, pero con menos agarre o más temperatura en pista no soy tan rápido. Lo bueno es que no todos los pilotos son mejores con mucho grip, porque los hay que no lo pueden aprovechar y se les cierra la dirección. Eso me pasaba ya en KTM con algunos compañeros y me extrañaba muchísimo, porque yo disfruto con mucho agarre.

-¿Está peor Pol con la Honda o el Barça?

-(Se parte de risa, consciente del pique futbolero que solemos tener). Yo es que soy más de baloncesto.

-Ahí también han empezado perdiendo con el Real Madrid en la Supercopa…

-Pero digo del Morabanc Andorra.

-¿Se ha borrado del Barça?

-Un poco, aunque les apoyo más ahora y sí que es verdad que me he hecho del Morabanc Andorra.

-¿Cree más en sí mismo que en el Barça actual?

-Sí, creo más en mí que en el Barça. Lo mío está en mis manos y el Barça no lo está. Si pudiera salir a jugar, probablemente irían peor de lo que van ahora.

-¿Qué puede hacer para estar de manera regular entre los cinco primeros? ¿Es cuestión de tiempo y hay que esperar al próximo año o se puede conseguir este año?

-Es difícil. Si tuviera algo que pudiera cambiar las cosas ya, lo estaría usando ya. Si las cosas siguen yendo mal es porque no soy capaz de cambiarlo. Eso me frustra, evidentemente, porque no veo una solución a corto plazo sino más a largo plazo. Seguro que para el año que viene va a haber cosas que van a ir mejor. Empezando por la moto, que va a cambiar completamente. El motor va a cambiar por completo y creo que en muchos aspectos el de ahora es uno de los problemas para mí pero, a corto plazo, poquitas cosas.

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-¿Marc y usted le piden a Honda cosas parecidas o diferentes?

-La manera de pensar de muchos periodistas es que Honda hace lo que dice Marc, y no es así. Se tiende a pensar eso, pero no es así. Hay unos ingenieros que intentan hacer una moto mejor, recogiendo las sensaciones que le llegan de todas partes. Luego llega una pieza que no ha construido Marc. La ha podido pedir él, pero a lo mejor no le va. Yo no pido más grip y me traen una pieza que da más grip. Si fuera así de fácil todos iríamos rápido con todas las motos.

-¿Cómo funciona entonces el tema?

-Tanto Marc como yo y como los pilotos satélites explicamos nuestros problemas y los ingenieros los interpretan a su manera. Si fueran pilotos sería distinto, porque verían más las cosas como nosotros, y con la información que les entra ellos creen en algo y lo desarrollan. A veces dan con la tecla, pero lo normal es no dar con ella y que traigan una pieza de la que esperas una cosa y funcione completamente diferente a lo que creías. Hay pilotos que se adaptan mejor y otros peor. Nosotros vamos sobreviviendo, pero no es tan fácil como que Marc pida una cosa, se la traigan y funcione a la primera.

-¿Qué es lo que más echa de menos de la forma de trabajar de KTM y lo que más le gusta de Honda?

-No me gusta hacer comparaciones, pero la cultura europea es a la que yo más acostumbrado estoy para trabajar y es más inmediata, espontánea e improvisada.

-¿Incluso siendo austriacos improvisan?

-Sí, y a la vez eso es algo que me gusta de Honda, porque nunca vas a tener un problema porque algo se haya improvisado. La improvisación está muy bien, pero puede salir mal y que te saque la moto por los aires o puede salir bien y que funcione al instante.

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-¿Cómo es su relación con el equipo y concretamente con Alberto Puig?

-Muy buena. Evidentemente, cuando las cosas no salen bien nadie está contento y yo soy el primero. Es muy fácil dar de lado al piloto o al equipo técnico cuando va mal. Lo hemos visto en este paddock millones de veces y no será la última que lo veamos. Unos jefes se definen por esos momentos, por cómo actúan en los momentos difíciles, y yo me siento muy apoyado por el equipo. A pesar de que las cosas no salen, siempre hay esa sensación de que las cosas van a salir tarde o temprano.

-¿Puig es tan complicado como parece desde fuera? Y se lo pregunta alguien que desde hace tiempo se lleva bien con él.

-Tenéis una visión de Alberto muy distinta a la realidad. Tenéis una visión de Alberto muy hostil, muy enemiga.

-La que él ofrece, ¿no?

-Bueno, puede ser, o la que él quiere que vosotros percibáis, pero realmente no es así. Alberto es un tío muy cercano, que aporta muchísimo, que anima muchísimo y que es muy motivador. En los momentos complicados, que son los que estoy pasando yo ahora, es cuando más ayuda al piloto, y eso es de agradecer. He estado en equipos donde no han salido las cosas y no tenía figuras así. Es la primera vez que tengo una figura así en un equipo.

-¿Se teme el enfado o decepcionar a un jefe como él?

-No, porque viniendo de KTM cualquier enfado es poco. Las cosas las dicen con mucho más tacto en Honda. En KTM no había ningún tipo de tacto. Era todo mucho más seco. Aunque creo que si alguien te está dando la bronca es porque te la mereces.

-¿Cómo es compartir box con el caníbal?

-Es bueno. No le veo parte negativa. Si eres débil y te hunde que tu compañero lo haga mejor que tú, pues es jodido, pero no es mi caso. Yo siempre he querido el compañero de equipo más rápido y que los satélites de tu fábrica tengan el mismo material que tú. Es la manera más rápida y directa de mejorar.

-¿Cómo le ve?

-Yo creo que es el Marc que era, aunque eso lo tiene que decir él. Yo no estaba antes en Honda como para poder comparar, pero creo que es el Marc que era. Es cierto que tampoco la fábrica está pasando por el mejor momento y tampoco Marc tiene las mejores herramientas para luchar de tú a tú todas las carreras. Por eso lleva tantas caídas, y yo también.

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-Están optando ambos al 'Trofeo bayeta' de la temporada…

-(Se ríe). Madre mía. Prefiero que se lo lleve él. (Más risas).

-¿Qué piensa cuando oye a su hermano Aleix decir que es de los tres mejores de MotoGP?

-En su línea. (Risas). El problema es que lo dijo y luego hizo tercero, aunque hay otras veces que lo dice y no le sale bien. Se ha llevado sus palos, pero es que en MotoGP o te dices tú lo guapo que eres o no te lo dice nadie. Al revés, todo el mundo te quiere pisar.

-¿Quién será el número uno de Aprilia el año que viene?

-Pues no lo sé, pero de momento lo es Aleix. Para que lo sea Maverick, se lo tiene que ganar, lo mismo que yo en Honda. No puede ser que lo seas por nombre por encima de los resultados de tu compañero.

-¿La familia ha crecido ya?

-Sí, acaba de nacer mi segunda hija, Nicole, y ha ido todo bien. Tengo dos pequeñas ya, ella y Alexandra. Son mayoría en casa…

-Enhorabuena y suerte.

-Muchas gracias.