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FÓRMULA 1 | ZANDVOORT

El infierno es naranja

"No soy nadie para decirle a mis fans que no piten a Hamilton", dice Verstappen en Zandvoort, ante una caldera de 70.000 hinchas ‘oranjes’ y a tres puntos del liderato.

Países Bajos
Max Verstappen en Zandvoort.
Dan MullanGetty Images

El conductor del autobús que traslada a la Prensa hasta Zandvoort advierte: "Este es un circuito para hombres, no para niños". La frase no le ha quedado muy políticamente correcta. Los accesos parecen tortuosos, entre la ciudad de Harlem y las dunas de la costa neerlandesa, y eso que todavía no han llegado la inmensa mayoría de los 70.000 aficionados que caldearán cada día las tribunas. Es, en cierto modo, un escenario inacabado: hay operarios cruzando con escaleras, suenan taladros bajo la zona VIP e incluso en los hospitality de los equipos faltan detalles por pulir. Todo tiene cierto aire de temporalidad. La temperatura es agradable y no lloverá.

El primer GP de los Países Bajos ha sido posible porque Verstappen ha sido objeto de peregrinación durante las últimas temporadas a lo largo y ancho del globo. Heineken asumió, como patrocinador, parte de la inversión necesaria para habilitar una pista de la vieja escuela, Zandvoort, que modificó sectores del trazado y estableció dos curvas peraltadas para facilitar adelantamientos. No parece suficiente, "disfrutaremos el sábado", augura Max. Todos le persiguen este fin de semana, también mientras completaba a pie una vuelta al trazado.

"Cuando mi padre venía, en el 2000 o por ahí, y luego en carreras de F3, quizás vi a Carlos (Sainz) corriendo en F3. Además del DTM. Tengo recuerdos aquí. Todos los pilotos están muy interesados en las curvas peraltadas y cuando caminas por la pista te das cuenta de que es muy especial, hay detalles que no son habituales en otros circuitos. Las primeras curvas son 'fondo fácil', pero a partir de la tres será interesante. Lo diseñó la misma persona que Suzuka (o el Jarama) y es una pista 'old-school', si te equivocas y cometes un error recibes un castigo".

La hinchada local tiene a su héroe y también al villano, Hamilton, a quien han abucheado a partir del incidente de Silverstone. La presión puede alcanzar máximos este fin de semana y además Verstappen no se mojó, que ya es una manera de posicionarse: "Yo no soy nadie para decirle a los fans que piten o no piten y si les dijera que no lo hagan, tampoco creo que me fueran a escuchar. Me encargo de correr en la pista y espero que el público disfrute viendo los coches pasar". Lidera la clasificación el de Mercedes con tres puntos de renta sobre el Red Bull.

"Russell se lo pondría difícil a Hamilton"

El neerlandés dejó más detalles de ambiente caldeado en la rueda de prensa cuando aseguró que "Russell se lo pondría difícil a Lewis en Mercedes". El joven inglés, por cierto, confirmó que sabe dónde va a pilotar desde antes de Spa, pero no dijo que se trata de Mercedes.

Hamilton ríe por dentro. "He tenido compañeros muy rápidos, como Alonso, y no tengo nada que demostrar", espetó. El inglés apareció vestido de naranja en el país oranje, preparado para lo que pueda suceder contra la marea de Mad Max. ¿Abucheos? "Es algo que se puede esperar, ya hemos visto a los fans naranjas en otros lugares. Yo nunca abuchearía, pero lo entiendo, es parte de la pasión y que no les gustan sus oponentes. Siempre me ha gustado Holanda, Amsterdam es una de las mejores ciudades y sé que tengo fans aquí. Aunque sean una muy pequeña porción en las gradas. Esto es deporte, yo intento cambiar esa energía y convertirla en positiva para pilotar".