"El Marc de antes podría luchar por el Mundial con esta moto"
El ilerdense, que abandonó el Red Bull Ring con muy buenas sensaciones, se sinceró sobre las limitaciones que le está imponiendo su físico este año.
"No sé donde estoy. Sigo sin entender, ni yo ni el fisio, cómo me encuentro". De esta forma resumía Márquez su evolución física nueve carreras después de su reaparición en los circuitos. El ilerdense, que estuvo apartado toda una temporada de la competición por la lesión que sufrió en Jerez 2020, regresó al Mundial con los de siempre pero con un matiz demasiado relevante: la RC213V presentaba muchas dificultades en su pilotaje. Hace un par de años, ese detalle podría haber pasado desapercibido con las actuaciones de un piloto que consiguió hacer brillar a una montura que (a excepción de 2014) nunca fue superior a la mayoría de estructuras que competían en la parrilla. Sin embargo, una evolución que está tardando más de lo estimado en su hombro derecho, ahora no puede lidiar con las carencias de una moto en la que todavía quedan detalles por pulir sobre todo, en lo referido a la tracción.
Honda se ha puesto manos a la obra para solventar todas sus debilidades. La marca japonesa trabaja en una revolución de cara a 2022 orquestada por su campeón en la que esperan recuperar su dominio en la categoría reina, pero el propio Márquez reconoce que no hubiese sido necesario este año de transición si su físico estuviese al 100%: "El Marc de antes de la lesión podría optar al título con esta moto. Seguramente no se podrían ganar tantas como en 2019 (lograron 12 victorias), pero se podría pelear por el Mundial y estar entre los tres primeros muy a menudo". El ilerdense se sincera tal y como recoge Motorsport, sobre una realidad que hace que esos buenos resultados se sigan añorando esta temporada. Pese a que ha tratado de exprimir al máximo sus opciones, el bagaje de la temporada deja al octocampeón con una única visita al podio, que supuso el regreso a la victoria de un piloto que arrastró 581 días de sequía.
Entonces Marc se encontró con las sensaciones que le hacían frecuentar las posiciones más ambiciosas, lo que le permite justificar sus creencias sobre cuál sería su realidad junto a su mejor versión: "En todos los trazados que no he notado la limitación física, he ido mucho mejor. Pero no puedo suplirlo siempre yo, la moto me debe ayudar y ahora no lo hace. Ni a mí ni al resto de pilotos de Honda".
Las actuaciones memorables de un piloto que arrasó en su llegada a la máxima categoría de momento quedan atrás: "Ahora mi físico me permite ir en moto, no hacer magia". Y mientras recupera ese potencial, mantiene el optimismo que le proporcionan unos números que le sitúan undécimo pese a su ausencia en las dos primeras citas del año y siguen demostrando su superioridad incluso con cierta desventaja: "Si estuviera lejos del resto de pilotos de la marca, pensaría que algo no va bien. Pero estoy por delante pese haberme perdido dos carreras".